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El Monasterio de Guadalupe, patrimonio Unesco en Extremadura

La Puebla de Guadalupe ó simplemente Guadalupe, es una preciosa ciudad en la provincia de Cáceres, Extremadura; ubicada en un precioso entorno natural dentro del Geoparque Villuercas Ibores Jara, único «parque geológico» en toda España.  La fama de esta ciudad se debe a que está la famosa Virgen de Guadalupe, patrona de la región de Extremadura: sin lugar a dudas, nuestra «Lupita más española».

Fuera de nuestras fronteras su imagen es muy conocida y querida, la versión más famosa está en México, que cada año acoge a miles de peregrinos. Se le denomina a esta virgen la “Reina de las Españas o de la Hispanidad”, y tanto el Real Monasterio como el Santuario, son lugares de peregrinaje y que se ha convertido en uno de los centros marianos más visitados del país.

Preciosa entrada principal del Real Monasterio de Guadalupe

Preciosa entrada principal del Real Monasterio de Guadalupe

La Puebla de Guadalupe, nombre de la ciudad

La Puebla de Guadalupe, nombre de la ciudad

La virgen según se cuenta la encontró un pastor de la zona, Gil Cordero, en las inmediaciones del río Guadalupe (cuyo significado es río escondido) hacia finales del siglo XIII o principios del XIV. Cómo recuerdo de este histórico lugar, se erigió una preciosa ermita, la Ermita del Humilladero, lugar donde vivieron «los primeros habitantes de la ciudad». Está en lo alto de una colina, está el cerro de Altamira desde donde se divisa la actual ciudad de «La Puebla de Guadalupe».

Cuentan que el rey Juan I concedió este monasterio a la Orden Jerónima en el año 1389 y que se extendió su gestión hasta cuatro siglos después; luego quedó un tiempo abandonado hasta que se hicieron cargo de éste en 1908, la Orden de los Franciscanos.

Monasterio Guadalupe (8)

El monasterio tiene una mezcla de estilos.

Cuenta con unas torres almenadas, grandes murallas que dan un aspecto más de un castillo o fortaleza que de un «monasterio», el resto de su trazado es bastante irregular y va mezclando varios estilos como el barroco, el renacentista o el gótico.

Su construcción fue finalizada en el siglo XVIII. Gracias a la labor de la Orden los Franciscanos, quienes acometieron una fantástica rehabilitación a todo el santuario les valió para que la UNESCO reconociera en 1993 como Patrimonio de la Humanidad. Les mostramos una bella muestra en las fotos.

Sus principales valores, que la hacen merecedora de tal distinción son entre otros, la Iglesia de Nuestra Señora (de estilo gótico) donde está la talla de la venerada virgen. Ubicada en el retablo mayor, obra original de Juan Gómez de Mora. Justo detrás del altar mayor, se encuentra El Camarín de la Virgen, custodiado con celo por los monjes franciscanos y decorado con cuadros de Luca Giordano.

Virgen de Guadalupe

Virgen de Guadalupe

La fiesta en honor a la Virgen de Guadalupe se celebra cada 8 de septiembre. Esos días la ciudad de viste de fiesta con múltiples actos religiosos como son la Ofrenda Floral, la Solemne Bajada del Camarín de la Sagrada Imagen o la Procesión de la Virgen por todo el santuario. Declarado ese día «Fiesta de Interés Turístico regional» también se celebra el Día de la provincia de Extremadura, su fiesta grande, donde se realizan otras actividades como son la Feria de Guadalupe, el concierto de Banda de Música, fuegos artificiales, entre otras.

Como también es considerada la patrona de la Hispanidad, razón por la que cada 12 octubre, día del descubrimiento de América, se celebra la marcha a caballo a la Virgen de Guadalupe, una celebración hermosa, única y especial, considerada la mayor «romería» de España a caballo.

Seguimos en el interior del monasterio y nos encontramos con una joya arquitectónica, un claustro mudéjar de dos niveles, con un templete de igual estilo justo en el centro cubierto de azulejos y que es único de su tipo en el mundo. Este recinto también conocido como el Claustro de los Milagros.

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Claustro Mudéjar y Templete

Dentro del monasterio hay infinidad de obras de artes, pinturas o recuerdos que rememoran los ilustres personajes que han pasado por allí. Entre éstos cuadros de los propios monjes Jerónimos (izquierda) y de acontecimientos importantes como por ejemplo la visita del Papa Juan Pablo II (derecha) en 1982.

Dentro de la Sacristía y Capilla de San Jerónimo hay una decena de obras del famoso pintor Zurbarán, quién estuvo especialmente ligado a este lugar. El artista «pintó a medida» los ochos cuadros para la sacristía y tres para la capilla. Entre las obras más importantes destaca «La Apoteosis de San Jerónimo», apodada la «Perla de Zurbarán».

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La «Perla de Zurbarán»

Coronan en este espacio dos sendos escudos: el de la Orden de los Jerónimos y el de la Virgen de Guadalupe. En su visita al Real Monasterio, el Papa Juan Pablo II admirado por la belleza de la misma la denominó la «Pequeña Capilla Sixtina».

Este monasterio incluye en sus instalaciones un inmenso patrimonio como es el Museo de esculturas y pinturas que tiene piezas de gran valor artístico y se ubica en la antigua repostería del monasterio. Obras de grandes como El Greco, Goya (alguna de sus pinturas negras), Zurbarán, Pedro de Mena o Juan de Flandes quién también pinto las pinturas murales que están en la bóveda del coro de la iglesia.

El Museo de los Miniados está considerado como uno de los más importantes del mundo. La sala tiene un techo mudéjar, réplica del original. Era la antigua Sala Capitular. Encontramos enormes libros de cantorales (entre los siglos XIV-XVIII) y que eran los que usaban para sus cánticos (de estilo gregoriano) los monjes. Se les denominaba miniados porque se escribía, pintaba y reproducían ilustraciones, figuras, letras o escritos con un tinte de color rojo, llamado minio.

Muestra esta pintura los enormes libros con los que los monjes cantaban

Muestra esta pintura los enormes libros con los que los monjes cantaban

Otro de su museo es el de Bordados, piezas hechas a mano por el propio taller de bordado de los monjes. Predominan la muestra tres colores en los trajes: negros, rojos o colores festivos. Los rojos eran utilizados en fiestas religiosas especiales como la Semana santa o el Corpus; los negros, para ritos fúnebres, misas de difuntos (llama la atención que sus adornos son huesos y calaveras). Los trajes tienen detalles de bordados en oro y de pedrerías finas, de inmenso valor.

En la Capilla del Tesoro hay múltiples relicarios, pinturas de estilo barroco, una lámpara central con cristal de la isla de Murano, la Arqueta de los Esmaltes (fray Juan de Segovia) que representa doce escenas de la vida de Cristo (unas, hechas en repujado de plata, y otros con esmalte miniados). Hay tres coronas de la Virgen, dos de ellas en la capilla y la tercera, la que lleva la virgen.

Gracias a la importancia del lugar, los privilegios con los que fueron gozando tanto el Monasterio como el pueblo, la población local fue aumentando paulatinamente, en consonancia con la creciente y ferviente admiración hacia la virgen.

La Puebla tiene un trazado irregular con una mezcla de «estilos» en sus edificaciones. Todas las calles parten de la plaza principal frente al Real Monasterio, con un claro estilo medieval y donde encontramos casas de grandes soportales y que la mayoría de dos alturas, que crecieron alrededor de la plaza, lugar donde se concentran los visitantes, peregrinos o parroquianos.

Plaza enfrente al Monasterio

Plaza enfrente al Monasterio

En todas partes hay tiendas con productos típicos de la zona (Quesos D.O. Zona Ibores, Licores de bellota, los clásicos Vinos de pitarra, innumerables recuerdos de la Virgen de Guadalupe, morcillas típicas de la Puebla). La gastronomía esta basado en productos estrella de la zona como son el cordero, el cabrito o guisos de venado, ajoblanco, picallido o roscas de muédago.

Contiguo al actual Monasterio encontramos el antiguo Claustro gótico, conocido como la Hospedería, antiguamente farmacia y hospital. Con una planta rectangular, 3 niveles de altura, torres almenadas y torreones de forma cilíndrica con tejas policromadas de cerámica, actualmente hoy es un hotel. Su comedor fue rehabilitado en 1994 por el arquitecto Rafael Moneo y son de destacar sus arcos y patio interior. En su tiempo dieron alojamiento y ayuda a los peregrinos que caían enfermos, o que se les ayudaba para que siguieran su camino.

Antigua Hospedería

Antigua Hospedería

También encontramos un parador de turismo que se encuentra ubicado en el antiguo colegio de los infantes San Juan Bautista (o el Hospital de Hombres).

Patio del Parador de Turismo

Patio del Parador de Turismo

Interior del Parador

Interior del Parador

Durante el recorrido por sus calles pudimos admirar casas, estilos, puertas, jardines, fuentes, antiguas puertas de acceso la ciudad amurallada, etc. La oficina de turismo local ofrece propuestas de recorridos señalizados por las edificaciones más singulares y con más historia de la población.

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Plaza de los Tres Chorros

Entre los sitios singulares, encontramos las casas alrededor de la Plaza de los Tres Chorros, de las más conocidas de la ciudad, con la famosa fuente que le da nombre. Todas las casas tienen soportales de madera, adornos con macetas, candiles u otras decoraciones que nos recuerdan su pasado y presente.

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  5. El pasado mes de Abril tuve la oportunidad de ver la verdadera imagen de la virgen de Guadalupe en la ciudad de México, y realmente, es precioso estar ante la imagen y recordar la tradición que le persigue…

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