Si Ud. quiere visitar un destino sin dudas singular en Grecia tiene que pasarse por los Monasterios de Meteora, situados al norte del país concretamente en la región de Tesalia, cerca de la ciudad de Kalambaka y a unos 320 km de Atenas.

Un poco de historia

Fue éste el entorno tranquilo y privilegiado, ajeno al resto del mundo y el elegido por los antiguos eremitas (hombres que viven en soledad, apartados de la sociedad) que decidieron instalarse en esas montañas (p.e en cuevas o en improvisadas chozas) para vivir su particular camino espiritual y estilo de vida.

Cerca del lugar se erigieron los primeros monasterios fundado por el monje bizantino San Atanasio de Trebisonda, y donde se empezaron a realizar oficios religiosos (ortodoxos). Meteora significa en griego «Monasterios suspendidos en el aire y son desde el año 1988 Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

En su tiempo de máximo esplendor existieron hasta 24 monasterios pero durante siglos fueron atacados y saqueados, incluso algunos destruidos (mayormente por turcos y albaneses) y actualmente abandonados. A fecha de hoy se conservan de 6 monasterios visitables.

Ruta de los Monasterios de Meteora

Se puede hacer el recorrido ya sea por coche -o incluso andando de unos 17 km en total- por un recorrido que parte desde la propia ciudad de Kalambaka. Hay otra ciudad cercana (Kastraki) que también le puede valer de punto de partida para su recorrido.

Monasterio del Gran Meteoro o de la Transfiguración.

El más antiguo y conocido de los monasterios, situado en una de las rocas más altas de toda la formación montañosa. Se suele llamar «el monasterio de la Metamorfosis o transfiguración» por estar consagrado a la conocida Transfiguración de Jesús, conocido pasaje de la Biblia.

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Cuenta en su interior con grandes riquezas como son pinturas murales, verdaderas obras de arte de la época post-bizantina. También se pueden contemplar frescos pintados por el monje cretense Theophanis Strelitzas sobre temáticas religiosas (p.e persecuciones y martirios que sufrieron los cristianos a manos de los romanos) ubicados en el edificio principal de estos monasterios, el katholikon o iglesia central.

Monasterio Varlaam -ó el de Todos los Santos

Se puede entrar al mismo a través de un puente que une las dos rocas y en su interior cuenta con una curiosidad, se puede encontrar un antiguo barril -suponemos que contenía vino- con una capacidad de 12.000 litros. Las fotos dan fe de ello.

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Monasterio de San Nicolás

Se debe subir una empinada cuesta y unas escaleras para llegar a éste. Cuenta el edificio con varios niveles coronado por un hermoso mirador-terraza en todo lo alto (como todos los demás monasterios donde las vistas son impresionantes), un antiguo refectorio que ha sido transformado en un museo y en una de éstas salas se conserva uno de los únicos frescos del monje Theophanis con su firma. Representa el pasaje de Adán enseñando a Eva los nombres de los animales del jardín del Edén. Una auténtica maravilla.

Monasterio de San Esteban

Es el único que fue construido sobre un terreno llano (el único de todos los monasterios) y no en lo alto de un montículo. No lo pudimos visitar en nuestro recorrido porque estaba ya cerrado. Se accede a éste desde la ciudad de Kalambaka por un sendero a pie de unos 40 minutos.

Monasterio de la Santísima Trinidad -ó Agía Triada

Tampoco lo pudimos visitar en nuestro recorrido, antiguamente se subía a éste por unos cestos (o redes) e incluso fueron tallados en la propia roca unos 140 escalones. Durante la II Guerra Mundial fue pasto del expolio de los nazis y parte de su patrimonio rescatado (p.e íconos, manuscritos, etc) se encuentra en la actualidad en el Monasterio de San Esteban.

Monasterio Roussanou

Es el único monasterio gestionado por mujeres. Se accede a través de un bonito puente y tiene unas vistas impresionantes de todo el lugar. Como todos tiene un katholikon con unos bonitos ventanales que datan del siglo XVI. Sus reliquias fueron también rescatadas durante la guerra y se trasladaron al monasterio de Gran Meteora.

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Información práctica para su visita

En los primeros tiempos los monjes accedían a los monasterios con artesanos sistemas de izaje (p.e cestas con poleas) que todavía hoy día pueden verse, también se incluían «escalas» pegadas a las rocas o a través de puentes por donde se podía acceder. Fue la manera habitual de llegar a los mismos hasta el siglo XX.

Antes de hacer una visita o un recorrido consulte previamente los horarios de los monasterios porque cierran determinados días a la semana y hasta determinadas horas en las tardes. No todos tienen el mismo horario. Su precio de entrada es barato (unos 2-3€) en comparación con lo que Ud. va a ver, admirar  y disfrutar dentro de éstos. Aquí hay una muestra importante de una parte de la historia de Grecia y un inmenso patrimonio guardado celosamente por los monjes.

Los únicos requisitos de entrada y derecho de admisión están relacionados con el hecho de que Ud. está visitando un sitio religioso con unas determinadas normas que deben cumplirse (las mujeres y/o hombres deben cubrirse hombros y piernas cuando lo requieran y por ese motivo los propios monjes le proveen a la entrada unas «faldas monásticas» para la ocasión).

Toda la galería de fotos en Flicker.
Monasterios de Meteora, Kalambaka

 

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