Ljubljana -o Liubliana en castellano- es la capital de un país muy «pequeño en dimensiones» pero enorme en maravillas turísticas. Nos referimos a 💚Eslovenia💚, país que formó parte de la ex-Yugoslavia.
Ljubljana es una ciudad pequeñas y acogedora que se recorre muy fácilmente. Su nombre proviene de Luba, que en la lengua eslava significa «amada». Así que viene siendo como la ciudad de los dragones y también del amor.
Fuente texto Wikipedia

Entre sus monumentos más representativos (complicado nombrar todo lo que tiene) podemos encontrar: su Catedral de San Nicolás, el Castillo de Liubliana (además de ser un fantástico mirador de la ciudad), la Iglesia Franciscana de la Anunciación, el Puente de los Dragones, muchos buenos ejemplos de edificios del barroco italiano así como un conjunto muy importante de edificios modernistas.
Los dragones, símbolo de la ciudad
Lo encontramos en varios lugares: coronando la torre del castillo, en el escudo de armas de la ciudad y en el «icónico» Puente de los Dragones que cruza el río Ljubljanica. Este animal representa poder, coraje y grandeza. Y todo esto lo tiene esta bonita ciudad y su gente.

La ciudad de Luibliana padeció 2 terremotos que de alguna manera han «redibujado» hasta lo que es hoy su actual diseño. Después del terremoto de 1.511, se planeó como una ciudad renacentista, y luego, tras el terremoto de 1.895, se incorporaron elementos del modernismo. Esta mezcla de estilos la hacen aún más interesante; y donde destaca, el sello particular del gran arquitecto local y modernista Jože Plečnik.
El río Ljubljanica y sus puentes
En su recorrido, el río bordea la ciudad y mostrándonos en ambos lados de sus orillas está ciudad tan peculiar.
Puede hacerse un recorrido en barca (se alquila en varios puntos del recorrido por el río) para disfrutar de sus monumentos, sus lugares más emblemáticos, los barrios a cada lado del río y el buen ambiente que se respira en esta ciudad.
Entre todos los puentes que podrás ver destacamos, el de los Dragones, de los Carniceros (donde están los candados del amor, esa extraña moda que vemos en muchos países), de los Zapateros con grandes pilares corintios y jónicos y para nuestro gusto uno de los más bonitos, y sin dudas nuestro favorito, el Puente Triple, una joya modernista y muy curiosa del gran Jože Plečnik.





Catedral de San Nicolás
La catedral de San Nicolás tiene una gran cúpula verde y dos torres gemelas. En su interior tiene un impresionante órgano y su patrón, San Jorge, claro… matando un dragón.



Iglesia Franciscana de la Anunciación
La Iglesia Franciscana de la Anunciación es un templo de la orden de los franciscanos situado en la plaza Prešeren, el corazón de la ciudad. Junto a la iglesia de estilo barroco, se encuentra el monasterio franciscano, que data del s.XIII, con una biblioteca de +70.000 libros, algunos «incunables» o manuscritos medievales de gran valor.

Castillo de Liubliana
La torre principal de este castillo medieval data de 1.848 y desde allí se avisaba a la población con cañones de los acontecimientos o visitas importantes de la ciudad o incluso, incendios.


Ahora es un centro cultural que organiza eventos (por ejemplo, exposiciones de arte o conciertos de jazz), cuenta con un curioso Museo de marionetas, la capilla de San Jorge y una curiosa tienda con productos de Friderik, la singular rata del castillo.





Se puede llegar andando desde la ciudad y con un funicular . Las vistas de la ciudad son espectaculares.

Ruta modernista por la ciudad
Hay rutas con los edificaciones modernistas de la ciudad. Nuestra recomendación es que busquen algunos de los más conocidos, y callejeen la ciudad, que seguro encuentran muchos.


Dentro de los elementos que los caracterizan, encuentras motivos vegetales en sus fachadas, franjas verticales u otros elementos geométricos, uso de baldosas de colores, y el diseño de sus interiores.
Para muestra:



Entre algunas obras más relevantes de este arquitecto local, Jože Plečnik , aparte de los ya nombrados, destacamos: el Cementerio de Žale (con un imponente arco de triunfo como entrada) y la Necrópolis; la Biblioteca Nacional y Universitaria (ésta última, se considera su mejor obra). Y su mercado central, paralelo al río y lugar de encuentro, entre otras muchas.


Sin dudas, fue una bonita visita: allí nos hizo un tiempo genial, hay mucho ambiente de gente y bastantes sitios que ver, … y se come de maravilla. Sin dudas, una ciudad fácil y asequible para visitar.
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