La cocina de los Amish es una mezcla de tradiciones. Por un lado, sus orígenes (“descendientes de inmigrantes suizos o del sur de Alemania”), y por otro, su tierra de acogida, donde viven actualmente, en tierras americanas.
No es que sea una gastronomía exclusiva de ellos, sino que por su forma de vida han adaptado muchos platos, tradicionales o del país donde viven, e incluso los han mejorado.
Ellos mismos labran su propia tierra y la mayoría de los productos son propios, las comidas son 100% caseras y naturales. Cómo viven aislados “relativamente”, en su propia comunidad, cuentan con su propio recetario y buenos trucos culinarios.
También comercializan sus productos a quienes lo visitan (tiendas de supermercados o las “farm markets” que son puestos en las carreteras). También se mueven a poblaciones cercanas, como por ejemplo, ciudades como Filadelfia.
Podemos encontrar en estos sitios bastante variedad: frutas, verduras, dulces en conservas, tartas, panes, chocolates, bebidas, quesos …. un poco de todo.
Por ello merecen que hablemos de sus elaboraciones más ricas. Probamos algunos de sus platos (postres y salados) … y… fueron simplemente exquisitos, muy bien hechos y con sabores auténticos y caseros.
Os pasamos algunas recetas, recomendados por ellos mismos, en un pequeño librillo hecho a mano, con bonitos detalles e incluso dibujos: «Delicious Country Style Cooking … with memories of home» (Elda Lapp).
Nuestros favoritos son:
Pretzels
El mejor pretzel de mi vida(rosquillas saladas) no lo comí en Alemania, fue justo en Lancaster. La famosa rosquilla es suave y esponjosa por dentro -que incluso sigue caliente- y por fuera con su tostado crujiente.
Nota: desconozco porque le llaman aquí «Preztel»
Tartas
Otra de sus grandes especialidades, la repostería. Todo es exquisito. No sabes que elegir. Y para muestra.
Mermeladas , conservas
Nos compramos varias mermeladas y nos la zambullimos durante los días siguientes de viaje. No quedó ni rastro. 🙂
Helados caseros
Tan solo es una pequeña muestra de lo que hacen. Las condiciones de vida, el «aislamiento» del mundo que les rodea, la vida en una comunidad cerrada … todos son factores para tener una gastronomía adaptada a sus condiciones. En otra visita, exploraremos más sabores y platos.
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Pretzel se llama en el dialecto vienés, pero en alemán normativo es Bretzel. Resulta que es una deformación de la palabra latina “bracellius” (bracito), porque parecen unos brazos entrelazados. Lo confieso, no tenía ni idea pero me ha picado la curiosidad y lo he mirado por ahí.
Está riquísimo y siempre me lo pido cuando estoy en Alemania para acompañar una jarra de cerveza. Y el que me encanta es el Käsebretzel (que lleva queso gratinado por encima).
Javier Domingo (Lagarto Rojo)
Gracias por la aclaración. El hecho es que lo puse con el nombre que recordaba y luego vi que la receta ponía otra cosa. Tiene sentido. Pues el más rico fue el que me comi aquí.