REFLEXIONES
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Malas «influencias viajeras»

Cada vez más llegan noticias alarmantes de tipos de viajeros y de sus flipantes viajes, no es ni mucho menos «normal» lo que hacen, ni como nos lo cuentan además de su falta notoria de sentido común. Para estos tiempos tan viajeros, son malas influencias.

Estas actuaciones son un reflejo de la enorme carencia que tienen y que para compensar sus ganas de llamar la atención, nos muestran mundos que no parecen reales. Todo se basa en sus propias vidas, o mejor aún, en la que aparentan, y que para nuestra desgracia, florecen cada vez más en el mundo viajero.

Estos personajes nos muestran por medio de alucinantes fotos (algunas parecen hasta de otros mundos) algunos destinos casi imposibles o según sea, escogen unos tipos de viajes que pueden ser hasta incluso temerarios, morbosos o peligrosos. Incluimos en este grupo a los empalagosos que hacen unas fotos tan preparadas y «photoshopeadas» que no hay quién se crea nada.

Con esa «perfomance» tan cuidada esta parejita acapara 143k likes. Según pone su perfil es «Influencer of the year». Fuente imagen IG

Todo esto ha sido fomentado e incluso premiado por las redes sociales, el mejor «hábitat» que tienen estos señores viajeros y por donde mejor se camuflan. No interesa ser fotógrafo, ni que tus fotos sean buenas. Ambas partes han descubierto el autentico filón de oro para conseguir visitas y «likes».

Cazadores de la fama

En psicología existe el denominado complejo de Eróstrato para referirse a aquellas personas que buscan la fama, la notoriedad o pasar a la posteridad utilizando todos los medios legales e ilegales a su alcance.
Debe su nombre a un pastor de Éfeso y otro «menso» de su época, que incendió el templo de Diana (356 a. C) con el único motivo de ser conocido para la posteridad. Este templo era una de las «7 maravillas del mundo».

Fuente Wikipedia

Esto nos recuerda que los buscadores de fama han existido siempre. En otros tiempos no habían ni redes sociales ni escaparate visual para exhibirse y así mostrar su minuto de gloria o llamar la atención como fuera, pero ahora si está materializado como una auténtica «plaga» a nivel mundial.

Asimismo ha crecido exponencialmente la necesidad de demostrar lo felices que somos y que nuestras vidas son maravillosas y de los más «happies», aunque detrás de la fachada haya auténticas tragedias familiares y/o personales. Una verdadera pena.

Destinos vs. personas

¿Cual el origen de este problema (ya global) y es posible atajarlo o al menos, minimizarlo?

¿El problema lo tienen los DESTINOS o las PERSONAS?

La respuesta es obvia, son única y exclusivamente responsabilidad de las personas.

Destinos con «altos riesgos»

Se han puesto de moda destinos que pueden atentar contra tu integridad física. Aquí la responsabilidad es compartida: por el gobierno del país donde está ubicado el destino «con riesgo«, o la empresa que administre sus visitas o el responsable directo.

He aquí algunos ejemplos:
Últimamente vemos como ha proliferado un aumento del turismo para visitar sitios como Chernobyl, y fomentado tras el éxito de una reciente serie. Cierto que estas visitas están «controladas» pero quién asegura que años después tengas un problema de cáncer u de otra enfermedad por la exposición a esas radiaciones.
Quién quiera vivir esa experiencia me parece bien, pero cuando veo este tipo de fotos «banalizando» esta tragedia … me parece intolerable.

Algunos más necios se juegan el pellejo (sin ningún tipo de control o responsable) como p.e con la experiencia de nadar entre animales peligrosos como tiburones, ir por libre a un safari, etc sin ningún tipo de seguridad, control u otras acciones (y con empresas especializadas) que hacen incontrolables lo que pueda pasar. Más que todo porque cualquier animal está en su propio hábitat, y si se siente amenazado, ataca.

También englobamos a aquellos que viajan a países que han sufrido «desastres naturales» de grandes proporciones o efectos devastadores como terremotos, volcanes, tsunamis … y que son por desgracia, son fuente de inspiración para algunos «mendas».

Los amantes de la «adrenalina» y del deporte de riesgo cada vez se piden más retos: escalar paredes imposibles, colgarse de piedras en voladizo, caminar por torres altas, o hacer auténticas burradas que lo menos que puedes tener es un accidente grave.
Provocan con su irresponsabilidad, en muchos casos, el coste innecesario de recursos de los servicios de emergencia, que tienen que hacerse cargo de sus tontadas.

Otro «ejemplo lamentable» y alarmante es la masiva cantidad de personas que viajar a América del Sur (a pueblos de las regiones amazónicas) a probar la ayahuasca, una potente y peligrosa planta alucinógena.

Es un enorme riesgo para la persona y su integridad física, y más, si no esta preparado física y mentalmente para vivir esa experiencia. Los propios chamanes tienen una preparación larga y consciente de lo que hacen. Pero caer en manos de inconscientes (tanto de un lado o de otro) conlleva a problemas mucho más serios. No todo vale. Y más, con estas drogas tan potentes.

Destinos «sin riesgos»

Están los destinos que no suponen un riesgo para las personas pero sí para la «paciencia» de todos los demás. Es todo un ejercicio el de «mantener la calma» y desarrollar nuestra paz interior ante tanta «estupidez» de los viajeros.

Venecia, Roma, París, Nueva York, Estambul, … son ejemplo de alucinantes ciudades que son un reclamo turístico de primer orden en las redes sociales, y de los más populares en las publicaciones de fotos.

Lo que «no es de recibo» es tener que esperar -y ser de forma indirecta participe- de las actuaciones de éstos viajeros bobos, ególatras, gilis, … para que se hagan sus interminables selfies, fotos imposibles, puestas en escenas o posturitas (durante el tiempo que ellos necesiten … no les vayas a tu a cortar el rollo) y bajo al atenta mirada de un público que espera pacientemente a que terminen: es el pan nuestro de cada día.

Es una plaga ya mismo visitar cualquier destino «famoso». Imposible estar en paz ni poder verlo como realmente se merece.

Ya hay sitios que incuso ya han perdido su esencia original, ya no se visitan porque sean templos importantes, por su historia o patrimonio detrás: todo eso es secundario. Es tal el grado de masificación y postureo que encuentras que hasta se te quitan las ganas de ir a conocerlo.
Ejemplo de algunos de estos sitios son:

Ahora esta de moda un nuevo término de viajero responsable que puede ser positivo si se toman acciones claras y contundentes … o simplemente quedarse en un mero nombre de moda.
De qué depende, pues claro que de todos nosotros.

Tipos de viajeros (personas)

Son principalmente los buenos viajeros los que tienen sentido común y piensan en sus actos, responsabilidades y consecuencias.

Viajan por conocer y respetar un destino, integrarse si pueden con los locales y tratar de seguir las normas de cada sitio. He aquí algunos ejemplos de tipos de acciones que si puedes hacer:

Si están estos viajeros (en los que me incluyo cuando me sea posible) en un destino masificado, al menos poder intentar sacar las fotos en otras horas menos llenas, no acaparar todo por una foto, o aceptar las cosas como son. Y lo más importante, saber cuales son los límites. Esta claro que los ponemos cada uno de nosotros.

En el otro extremo viajero encontramos aquellos personajes que buscan tener miles de «likes», acaparar los destinos con sus poses y tener las fotos más espectaculares jamás vistas. Al precio que sea necesario.

Yo no quito mérito a los que lo consiguen por sus medios sin pisotear a nadie. Mi crítica es a los tramposos, los figuras, ególatras y creídos o algunos mal llamados «influencers«, que han deteriorado bastante con sus actuaciones la imagen de los destinos.

Vivimos en una sociedad donde se vive de la imagen que das, este instante a veces superficial y que no demuestra quién eres en realidad, y aunque resulte contradictorio, personas con tantos «likes» resulta que tienen en igual proporción batallones de seguidores, o un «ejércitos de irresponsables» como sus famosillos de turno.

Y por último decir que preocupa la cantidad de personas (viajeros o no) que han muerto por hacerse un selfie. ¿Eres capaz de arriesgar tu vida por unos cuantos miles de likes? Parece que esta chica sí. Es un milagro que no le haya pasado nada. Y eso espero.

© TU HOBBIE TU VIAJE
Un Cóctel de Viajes y Hobbies

Nota: Las fotos utilizadas que no son nuestras, son ejemplos de lo que queremos trasmitir con este post. No tenemos absolutamente nada en contra de éstas personas o perfiles: si no va con nuestra filosofía, simplemente no los seguimos.

1 comentario

  1. Buena reflexión. Creo que el fenómeno que describes muy bien es parte del tiempo en que vivimos. Es importante estar conscientes, para no caer en lo mismo que observamos de manera crítica. Saludos desde Valparaíso.

    • Es cierto que son tiempos que nos ha tocado vivir: el uso del móvil ha llevado a tener usos y hábitos insospechados y en algunas personas, ha sacado su vanidad y ego.
      Estas fotos pueden ser engañosas porque no todo lo que brilla reluce. Ni tus amigos virtuales son reales. Ni la gente que te adula es porque te aprecia.
      Es una espiral que te puede envolver. Muchas gracias por tus comentarios. Un saludo desde Madrid.

  2. Comparto mucho de lo que dices en tu Post. Y me invita a hacer la autocrítica, nos somos un poco nosotros mismos quienes causamos esto? Sabemos que alguien va a un destino que conocemos (lo peor que ni siquiera bien) y ya estamos: “no dejes de ir aquí” “no me digas que no vas a ir allá”. Y ya condicionamos el “éxito” del viaje a cumplir con esa Checklist impuesta. A disfrutar el Viaje, no el Destino.
    Buen Post!

    • Así es. Muchas veces tenemos checklist que nos autoimponenos. Por eso a veces hay que salirse del circuito y ver otras cosas o descubrir otras. Un saludo y gracias por comentar

  3. Yo la verdad es que no sigo a nadie así que se vea tan y tan falso todo, lo que no entiendo es que tabta gente les dé bombo 🙈🙈para llorar la verdad 😭😭😭😭

  4. ghrocks says

    Curioso que en un blog de viaje, el post sea sobre lo mal que le hacen a la industria unas personas en lugar de que sea sobre viajes. Lo segundo ayudaría más a la industria que lo primero…

  5. Carmen (Escapalandia) says

    Muy interesantes reflexiones. Yo una vez estuve un buen rato esperando a que una chica se hiciera su foto con Molly Malone para poder sacar la mía, nos echó a todos fuera… pero no era instagramer, era simplemente tonta. En cualquier caso creo que deberíamos ser más consciente de que el mundo es de todos y debemos mirarlo con respeto y preservarlo para nuestros hijos. Saludos.

  6. Qué buen artículo, extenso pero interesante. Coincido contigo en la mayoría de puntos pero en algunas cosas no, pero eso es lo bonito de publicar tus ideas. Es apenas natural que las redes sociales y la hiperconectividad en la que vivimos haya afectado también el tema de los viajes, algo que mueve muchas emociones tanto en el que lo vive como en los que lo ven a través de una pantalla. Si bien los “influencers” muchas veces alteran la realidad de un destino, no hay razón por la que algunas de esas imágenes no podrían considerarse una nueva forma de arte y que en mi opinión siguen siendo muy llamativas y encantadoras (aunque sepamos que son falsas).

    • Eso depende de quien consuma esa información. Yo en este caso me refiero a la realidad que ves en los destinos, que las puestas en escenas de algunos son espectaculares no lo niego pero filtran y cambian la realidad. Y en este caso no se ajusta con la imagen real del destino.

  7. Andrea Fernandez says

    Enhorabuena por el artìculo, no puedo estar màs de acuerdo. Ademàs como guìa turìstica noto cada dìa màs la diferencia entre los viajeros de hace años y lo que hay ahora que mete miedo. La gente no se preprara ni tiene ningùn interés cultural, busca la foto, el decir que ha estado en tal sitio y hasta luego. Me encanta sobre todo la gente de que se queda que en lugares como Rom hay mucha gente, claro bonita, en Roma y en agosto pensabas estar solo tù. El mundo se va a la mierda, de echo cada dìa me pregunto como es que aùn no nos hemos extinguido

  8. Hola María!

    Yo los bauticé como ‘Instapollas’ hace algunos meses, es decir, los gilipollas de siempre, pero ahora con cuenta en Instagram :), y elevados a la enésima potencia por sus numeroso ‘egolikes’. En fin, confiemos en la selección natural, en que pase el instaboom y en el criterio racional e inteligente de mucha gente como tú y como yo.

    Saludos!

    • Si. Me gusto mucho tu articulo. Estos se han reproducido mas que los «gremlins» y cuando menos lo esperas allí están. Creo que la solución es que no tengan escaparate para lucirse. Que pase ya …. porque esto es insufrible 🙂 Un abrazo

  9. Muy curiosa la etimología del complejo 🙂 y muy de acuerdo en casi todo, de hecho hace poco dediqué en mi blog un post al mundo postureo. No estoy de acuerdo con lo que comentas sobre los safaris por libre. Existen Parques Naturales africanos preparados, donde se permite el selfdrive desde hace décadas, como Kruger N.P. (Sudáfrica) o Etosha (Namibia) que se pueden visitar por libre, contribuyendo a la economía local…y de forma segura. Existen riesgos como en todo, pero las estadísticas demuestran que de los millones de visitantes que visitan ambos Parques hay poquísisisisimos accidentes y víctimas.
    Lo que sí te puedo decir, es que hemos visitado Kruger en 6 ocasiones, y en los últimos tiempos en los safaris vemos muchos más turistas irresponsables que molestan a la fauna, y que se juegan la vida por una foto…por un selfie… y que eso es lo único que le interesa (ni el bienestar del animal, ni disfrutar de él, ni la seguridad ni la de sus hijos… ni las Normas del Parque,… nada). Se percibe un turismo más irresponsable, irrespetuoso, invasivo, maleducado… y no solo allí, se percibe en casi todos los rincones del mundo mundial 😦
    Gracias por compartir. Un saludito!

    • Si, tienes razón, me he explicado mal. He generalizado. Me refería a aquellos sitios (parques y demás) que no lo permiten o si lo haces, es por tu cuenta y riesgo. Se que en Sudáfrica se hace como lo mencionas, supongo que alguien previamente valoro los riesgos. Gracias por tu aclaración.

  10. La nota es muy buena, pero a la vez respeto que cada uno haga su viaje como le guste, me dan igual los likes, voy a buscar la experiencia y conocer gente (en mi caso), ya no visito grandes ciudades porque es imposible disfrutarlas y me inclino por las ciudades y lugares próximos, ahora comienzo una etapa en moto que estoy montando, a ver que tal sale, un abrazo y buen post

    • Pues yo casi que estoy haciendo lo mismo, evitar las aglomeraciones y si puedo, ver otras opciones. Buen viaje te espera. Disfrutalo y espero que no te encuentre muchos de éstos. Gracias por tu comentario.

  11. Maravilloso artículo Maria….me lo he leido de pe a pa y estoy de acuerdo contigo en todo. Ademas tiene una redacción impecable que atrapa rápidamente y que expone sin tapujos tu vision sobre la mierda del postureo. Un abrazo

    • Muchas gracias Veronica. Cuando veo estas cosas me parece que vivo en otro mundo o que estoy dentro de un sueño. Lo peor es la gente que les sigue. Alimentan mas aún todas estas falsas prácticas. Un abrazo y gracias por tu comentario.

  12. Rocío Reguera says

    Cuanta razón en lo que escribes. Yo directamente si veo vestidos vaporosos o pareja con besitos ha abrazos que no sabe ni donde está ni doy loke ni por supuesto sigo. Lo que no entiendo es que tanta gente siga ese turismo falso. Espero que sean modas y que cambie.

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