Bulgaria no estaba entre mis «quinielas» para un viaje a corto-plazo pero el hecho de tener allí una amiga de la infancia, una chica búlgara que vivió 5 años en Cuba, fue el motivo más que justificado para visitarlo. Fue un viaje nostálgico y muy especial.

Buscando información sobre Bulgaria (por cierto, nada masificado de las hordas de turistas) fui descubriendo muchas cosas interesantes sobre este país: orígenes y pobladores originales -como por ejemplo los tracios-, muchos lugares interesantes para visitar, una naturaleza impresionante, patrimonio protegido por la Unesco, la innegable huella dejada por el socialismo, ciudades medievales, monasterios, un idioma con alfabeto distinto, sus gentes y costumbres …

Sofía, su capital

Mucha gente le dedica más bien poco tiempo a la capital para poder abarcar más sitios del país. Y no es por no sea una ciudad interesante. Es moderna y a su vez, con muchos contrastes, tiene monumentos impresionantes y un mosaico de culturas y religiones. Con solo 1 día desde luego no la abarcas.

Por donde quieras que vayas ves ruinas que todavía no han sido exploradas del todo e incluso pro descubrir, un claro ejemplo de que por aquí convivieron muchas culturas interesantes y dejaron su importante huella-.

La capital de Bulgaria es perfecta y muy adecuada para caminarla, ir despacio, descubrir sus edificios, adentrarte en todos sus barrios y no solo ver lo típico. Buscar, explorar, descubrir … porque «hay muchas Sofías dentro de Sofía». Y para muestra …

Boyana

A tan solo 10 kms de la capital encontramos un sitio muy especial, la Iglesia de Boyana. Una iglesia ortodoxa búlgara de origen medieval.

Fue declarada patrimonio de la Unesco por los frescos que encuentras en su interior y que datan de 1.259 (sobre otros aún más antiguos). Son considerados el ejemplo más completo y mejor conservado de «arte medieval» en Europa Oriental.

Museo de Historia Nacional

Si quieres conocer mejor la historia de los búlgaros actuales y sus orígenes, este es el lugar perfecto. Está muy cerca de Boyana. Aquí entenderás muchas cosas.

Monasterio de Rila

Si algún sitio merece que lo visites, lo disfrutes y admires es el Monasterio de Rila, no encontrarás nada igual en el mundo. Es simplemente único.

Lo que en sus inicios fue el refugio de un ermitaño, San Juan de Rila conocido como Iván Rilski, se convirtió en uno de los sitios más impresionantes e icónicos del país.

El monasterio está situado en las conocidas Montañas de Rila y a tan solo 120 kilómetros de la capital, Sofía. El monasterio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1983.

El complejo cuenta con 300 celdas para los monjes (aunque solo habitan unos pocos en la actualidad) con vistas privilegiadas a las montañas y rodeados por una naturaleza que impresiona.

Plovdiv

Otra ciudad que vistamos fue Plovdiv, también conocida como «la ciudad de las 7 colinas«. Es tan antigua que es una de las ciudades europeas que ha estado habitada de forma «continuada» durante más tiempo. Tracios, romanos, griegos, eslavos, búlgaros … muchos pasaron por aquí y dejaron su magnífica huella.

Unas casas nobles que encuentras dentro del casco histórico te transportan al pasado y te ubican en la ciudad. Las casas son un ejemplo arquitectura típica búlgara del llamado Renacimiento. Encuentras hasta 150 casas, cuya peculiaridad son sus fachadas y cada planta sobresale por encima de la planta anterior.

Desde luego fue toda una sorpresa en forma de país con un legado impresionante, una cultura propia y digna de admiración y también una rica gastronomía.

Platos típicos son sus ensaladas, muchas combinadas con quesos, salchichas de cerdo ligeramente picantes, o postres por ejemplo como el banitsa, una especie de hojaldre relleno de queso.

Puede que todavía no sea del todo conocida pero no por eso es un destino atractivo, un país que invita a volver. Yo me quedé enamorada.

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