Mis favoritos siempre en los museos han sido las pinturas. A no ser que sea un museo arqueológico, no suelo pasar mucho tiempo delante de las esculturas.
Y aún así hay algunas esculturas me reclaman su atención, ya sea en museos o espacios abiertos, ya sean por su propia naturaleza, diseño, materiales y complejidad o por las emociones que transmiten. Por ello me aventuro a nombrar algunas «esculturas relevantes» que nos hemos encontrado por los sitios que hemos visitado.
1 El Quijote de la Habana
Versión «tropicalizada» de la interpretación del personaje más loco y cuerdo a su vez de la literatura en castellano, el Quijote. Es un monumento muy «clásico» que te encuentras en la calle 23 de la Habana. En pleno centro de la ciudad.

Transmite lucha, acción, batalla. Se enfatiza los flacos que están ambos personajes, hasta casi en los huesos. Y aquí Rocinante, que suele ser tan paciente, está como fuera de si.
2 Auriga, Delfos
Grecia para mi «es la meca de la escultura del mundo». Aquí encuentras, para mi gusto, de las mejores esculturas del mundo. Ya sean modelos de los hombres como representaciones de animales o de sus historias provenientes de una mitología tan florida, rica e imaginativa.
Esta es muy conocida, Auriga de Delfos, está en Museo Arqueológico de Delfos uno de los mejores de su tipo del mundo. Representa una carrera de cuadrigas en unos juegos deportivos muy antiguos (los Píticos).

Su estilo es de nombre «severo» (una continuación entre la escultura arcaica y la clásica) y está realizada en bronce. El conjunto total sería este esclavo que conduce la cuádriga, formada entre 4-6 caballos.
3 Los kuros gemelos, Delfos
Seguimos en este estupendo museo repleto de joyas escultóricas. Una de mis favoritas con los «kuros», de nombres Cleobis y Bitón. En algunos sitios, como por ejemplo la isla de Naxos, les suelen llamar «kouros».

Según wikipedia:
Un kuros es una estatua de un varón joven, fechada a partir del Periodo Arcaico del arte griego (sobre 650 al 500 a. C.) Fue usada por Homero para referirse a los soldados jóvenes.
Las figuras no aparecen mostrando sentimiento alguno, esgrimiendo únicamente la típica «sonrisa arcaica» anacrónica. El objetivo de la escultura era transmitir la sensación de fortaleza y plenitud física del joven triunfador.
4 Niké de Samotracia, Museo Louvre
La Victoria de Samotracia, o Niké de Samotracia es hecha de mármol y pertenece al período helenístico. Ocupa un lugar muy relevante dentro del Museo del Louvre, que es donde se encuentra. Imposible no detenerse a admirarla con su altura de 2,75 m. Procede del santuario de los Cabiros en la isla griega de Samotracia.

La estatua es preciosa porque resalta la belleza femenina … y además se le añaden alas dándole un aspecto más angelical. Su ropa se adapta a su cuerpo, siguiendo las curvas y dejando traslucir detalles de su anatomía.
5 Fuente de los 4 ríos, Roma
Un espectacular conjunto que encontramos en la conocida Plaza Navona de Roma. Coronado en el centro con un obelisco egipcio, el conjunto de la fuente es del genial y único Bernini.

Con su particular estilo barroco, representa de forma alegórica a los 4 ríos más importantes que se conocían: Nilo, Ganges, Danubio y Río de la Plata. También se representan animales de los 4 continentes.
6 Puerta Ishtar y vía de procesiones, Museo Pérgamo en Berlín
Uno de mis sueños es viajar en el tiempo y haber visitado la antigua ciudad de Babilonia y sus jardines. Es una de las ciudades más impresionantes del mundo antiguo, y de esa época, nos llega este conjunto de la Puerta de Ishtar y de la vía de las procesiones.

Su peculiaridad fue el uso de los ladrillos vidriados, policromados y pintados al esmalte. Incluían representaciones de plantas, animales, reales y mitológicos, tales como dragones, toros, leones y seres mitológicos.

7 Monumento al león de Lucerna, Suiza
No hay nada más triste y desolador que ver un león herido de muerte, con una punta de lanza que lo atraviesa en uno de sus costados.
Según wikipedia: «Se hizo para conmemorar la muerte en 1.792 de unos 760 mercenarios de la Guardia Suiza durante la Revolución francesa cuando se defendían del asalto de los revolucionarios al Palacio de las Tullerías en París, Francia.» En resumen es la triste representación de la historia de una batalla perdida y un sentido homenaje a la Guardia Suiza.

Su autor es danés, Bertel Thorvaldsen y le tomó unos 2 años completar esta obra maestra. El león yace sobre un escudo con la flor de lis (representa a la monarquía francesa) y junto a él hay un escudo con el emblema de Suiza. En la parte superior se lee Helvetiorum Fidei ac Virtuti que significa «a la lealtad y la valentía de los suizos».
8 La Cibeles, Madrid
El Rey Carlos III en su afán por modernizar y embellecer la ciudad de Madrid encargó esta estatua, Fuente de Cibeles o simplemente, La Cibeles.

La Diosa Cibeles, madre de los dioses olímpicos y símbolo de la tierra y la fecundidad, va en su carro empujado por 2 sendos leones. El autor del conjunto de la fuente fue Ventura Rodríguez, el escultor de la diosa, Francisco Gutiérrez Arribas, y el de los leones, el francés Roberto Michel. Así que fue todo un trabajo en equipo.
9 La Piedad, Vaticano
Una imagen en mármol hecha obra maestra, que representa el amor más incondicional que existe, el de una madre con su hijo moribundo. Ubicada en la la basílica de San Pedro de la Ciudad del Vaticano y realizada por uno de los genios del Renacimiento, Miguel Angel.

El conjunto esta repleto de detalles: la madre, la virgen María, parece más joven que el hijo moribundo; ambos forman una armónica composición triangular y predominan las armonías de contraste (por ejemplo, brazo derecho de Jesús cae inerte y se contrapone al brazo izquierdo de su madre, como suplicando); entre otros.
10 El Peine del Viento, San Sebastián
Cambiamos completamente de registro y nos encontramos con 3 esculturas de acero, anclados en una roca , con colores marrones por el efecto del salitre, como si fueran enormes «peines» que juegan con el viento y la espuma del mar. Su autor, otro grande, el escultor vasco Eduardo Chillida.

11 Abu Simbel, Egipto
Egipto es un país que siempre sorprende. Fueron unos adelantados a su tiempo, dejaron una profunda huella en nosotros y una peculiar visión del mundo. Aparte de los jeroglíficos, los monumentos funerarios a los faraones con infinidad de objetos y diseños, cualquier monumento que visites en el país te sorprenderá.
Encuentras esculturas de todo tipo, pero sobretodo de faraones y sus dioses, que casi casi estaban en el mismo plano. Uno de los conjuntos más impresionantes es al sur, muy cerca de la África negra, Nubia, es en Abu Simbel.

Está dedicado al culto del propio Ramsés (se consideraban ellos mismos dioses) y otros más populares como Ra, Amón y Ptah.
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Fantástico repertorio
Buen post 👌🏽
Muchas gracias.