1) Que tenga «sentido del humor»

Viajar con alguien «muy serio y soso» no mola nada.
Cuando recuerdas los viajes en la distancia lo primero que te viene a la mente son las risas que te echaste durante todo el viaje … y sobre todo quién o quienes las propiciaron. Y eso solo lo dan compañeros alegres que miran el lado positivo del viaje y su parte más canalla.
Nota mental: Casi siempre me refiero a «mi pareja» en mi caso, y como veis encaja a la perfección en casi todos los puntos.

2) Que sea flexible con los cambios durante el viaje

Durante los viajes siempre hay cambios: ya sea por inclemencias del tiempo, por problemas de logística, por cambios inesperados de última hora, porque te canse el destino o no te sientas a gusto. En todos los casos puede que en algún momento te supere, pero un buen compañero te ayuda a sobrellevarlo.

3) Que no se sepa todo el destino de «Pe a Pa»

Aburre saber de todo del destino.
Hay que dejar espacio para llegar a sitios inesperados, lugares remotos, poblaciones secretas. Dejarte llevar por la carretera, la intuición o señales que vas viendo por el camino, o simplemente, en búsqueda de la tranquilidad.
Así hemos descubierto muchos sitios impresionantes .

4) Que sea espontaneo y le guste improvisar

En esto tengo que reconocer que soy un poco más espontanea cuando viajo en pareja. Aún así está bien salirse del guión de vez en cuando. Yo puedo hacer un plan de viaje perfecto… pero puede que «tu partner de viaje» tenga otras alternativas y también interesantes, y se pueden combinar perfectamente.

5) Que le guste interactuar con los locales

Uno de los momentos más bonitos de los viajes es poder interactuar con los locales. Siempre te ofrecen un «plus» dentro del viaje. Aprendes con ellos, admiras como viven, te muestran una vida completamente diferente a la que conocías. Es lo que le da más valor a tu viaje.

6) Que disfrute de la gastronomía

La gastronomía en los viajes ha ido ganando peso con los años: comer rico, probar la comida y bebida locales, es ya un imprescindible y un clásico en nuestros viajes. Ambos somos de buen yantar y disfrutar.

7) Que tenga paciencia cuando hago muchas fotos

Cuando llevas una cámara de las buenas y haces muchas fotos, tu pareja de viaje se cansa un poco; solución: le presto mi cámara, y últimamente yo solo hago fotos con mi móvil … así que ya está entretenido.
También me gusta hacer fotos curiosas, fuera de lo habitual (que te hacen demorar) , o captadas al vuelo de la acción. Es lo que tiene viajar en modo «slow».

8) Que se anteponga ante los malos momentos

Aunque no te guste algo del viaje, el grupo no es de tu agrado, el recorrido no no es lo que te esperabas, que te han cancelado alguna reserva, hay mala mar, o perder de vista a tu compañero o no encontrarlo… a veces los viajes no son como esperamos que sean.
Por ello un mal día viajero lo tiene cualquiera. Lo mejor, ver el lado positivo y revertir la situación para que no te afecte. O como dice el dicho: » a mal tiempo, buena cara».

9) Que organice algo inesperado por su cuenta

Me gustan las sorpresas, un cambio de giro del viaje, compartir los gustos de otras personas, etc. Todo esto enriquece y mejora un viaje. No siempre va a ser lo que tu quieras.

10) Que tenga ganas para hacer «tontunas»

A las pruebas me remito ….

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