Recorremos por fin uno de los destinos más bonitos del país, la costa de Dalmacia. Hay tantos sitios además de infinidad de islas que en un viaje es «inabarcable». Nosotros elegimos varios destinos y aquí os condensamos nuestro «road trip» en estas 5 paradas.
1) Zadar


Una población encantadora Zadar que nos da la bienvenida a la Costa Dálmata. Es patrimonio de la Unesco por conservarse como una de las ciudades-fortalezas más importantes de la ex República de Venecia (s. XVI y XVII).


Cuando accedes por la puerta del Puente, encuentras la plaza del Pueblo, una animada plaza con restos de la antigua iglesia de San Lorenzo, edificios históricos (Ayuntamiento, Logia municipal), una torre con reloj y cafés al aire libre.

Destacan en la «ciudad intramuros» el conjunto arquitectónico formado por la Catedral de Santa Anastasia (s.XII), la iglesia de San Donato (prerrománico) y el Palacio episcopal. En un lateral, el foro romano que data de los s.I y II a.C. y justo enfrente la iglesia de Santa María, que es actualmente un monasterio de monjas de la orden Benedictina y alberga un museo de arte sacro.


Cuando llegas al mar al paseo de la Riviera -o Riva, encuentras dos atracciones modernas … y que son de las más concurridas de la ciudad.
Órgano del mar: Instrumento arquitectónico de 35 tubos realizado por Nikola Basic ubicados debajo de unos escalones que dan al mar, y que producen música cuando las olas cuando rompen.
Saludo al Sol: Plataforma circular de 22 metros de diámetro que capta el sol durante el día, y en la noche se ilumina de varios colores.


De camino a su puerto encontramos la Estatua de Spiridon Brusina, relevante zoólogo y paleontólogo que se dedicó al estudio de los moluscos, caracoles y conchas del país.

La puerta de Terrafema -justo da al puerto- es otra de las puertas de entrada a la ciudad por la muralla. La corona un precioso escudo del León de San Marcos, símbolo de la República veneciana.
2) Trogir

Trogir es una de las ciudades más peculiares y bonitas de la región Dálmata. Se encuentra sobre una pequeñita isla, unida a tierra firme por medio de un puente, y está considerada patrimonio de la UNESCO desde 1.997.
Se accede a su centro histórico a través de las puertas de sus murallas que datan del s. XV, para encontrarnos así con un entramado trazado de callejuelas.
Destaca la Catedral de San Lorenzo, de estilo románico y con un alto campanario, considerado una obra maestra de la arquitectura y escultura del país, con el pórtico del «maestro Radovan» (s.XIII) y la capilla del Beato Juan.





La catedral da en un lateral al corazón de la ciudad, la Plaza Juan Pablo II. Encontramos aquí bonitos palacetes y edificios relevantes como son el Palacio del Rector (sede del Ayuntamiento), la Logia, la iglesia de San Sebastián y su reloj, la Pinacoteca de Arte Sagrado, entre otros.
Otros de sus monumentos más interesantes es la Fortaleza de San Marcos, que forma parte de la muralla defensiva occidental, junto con la fortaleza del Kamerlengo.
Otros edificios religiosos que nos encontramos son: Monasterio de Santo Domingo, iglesia de San Juan Bautista y el Monasterio de San Nicolás, este último habitado por religiosas de forma ininterrumpida desde entonces.





3) Split
Split es una gran sorpresa para un viajero y es por su interesante recinto del Palacio Dioclesano, que tiene un área muy importante dentro de la ciudad, y a su vez, es como una mini-ciudad dentro de la ciudad.

Dicho palacio fue construido entre los s. III y IV d.C. por orden del emperador romano de igual nombre, Dioclesiano, para pasar sus días de retiro.
Su planta lo asemeja a un ‘castrum’, en el que se ha querido ver un reflejo del carácter militar de Diocleciano
La Vanguardia
En el recinto podemos encontrar la catedral de San Duje, o San Domnius, del s.VIII. El campanario de la catedral tiene unos 57m y está considerado el edificio medieval dálmata más auténtico comenzado en el s. XIII.


El Peristilo es la plaza central del Palacio, en torno a la cual había varios templos. El emperador aparecía bajo el arco central del pórtico, sus súbditos se le acercaban y se arrodillaban para besar el borde de su manto de púrpura o se postraban en el suelo frente a él. Actualmente es escenario de teatro, ideal para representaciones de ópera clásica y obras de literatura antigua.
VisitSplit
Hay varias puertas de acceso al recinto: la de oro, la de plata, la de hierro, etc. Saliendo por una de las puertas (Aurea, del s.IV), en el exterior del recinto, hay una estatua muy querida, la del obispo Gregorio de Nin, y la colosal obra del escultor croata Ivan Meštrović. Al obispo a quien se le atribuyen grandes esfuerzos por introducir el idioma croata en la liturgia católica.

Y por último, queda por ver los sótanos. En la época romana, la función de los sótanos era utilizada como almacenes del Palacio.
Extramuros del palacio, encuentras casi que otra ciudad. Más moderna, repleta de tiendas, comercios, sitios para comer y muchísima vida.
Destacan por ejemplo, la Plaza del pueblo (Pjaca para los locales). Aquí se encuentra el edificio gótico antiguo del Ayuntamiento, palacios de familias nobles, una de las librerías más antiguas del mundo (Morpurgo), el Café Central (donde se reunían la intelectualidad de la ciudad), el antiguo hotel Troccoli.
Como está de moda, puedes encontrar el museo de la serie Juego de Tronos (GOT Museum), un museo curioso con ranas disecadas (FroggyLand) o un antigua sinagoga.

El final del palacio Dioclesiano accede directamente en la Riva o paseo marítimo, desde los sótanos. Protagonista de eventos culturales, festivales o celebraciones deportivas.

Caminando por la Riva nos topamos con una plaza muy «veneciana»; la Prokurative o, Plaza de la República, de trazado rectangular y rodeada de coloridos edificios neo-renacentistas. Ideal para el descanso o un café. Muy cerca de ahí, la iglesia románica de San Lorenzo y de la Plaza Popolo.

4) Isla Hvar
Hvar es una de las innumerabes islas que hay en Croacia, es de las más grandes e interesantes por su pasado veneciano.
Muy cerca de Split, a una hora en barco, desembarcamos en su capital, Stari Grad, donde apreciamos ya una fortaleza en la cima de una colina, denominada La Española, y una plaza principal preciosa dominada por la catedral renacentista de Hvar (de San Esteban, del s.XVI), el antiguo Arsenal, la Logia (hoy hotel Palace Elizabeth), Convento de los Franciscanos, entre otros edificios.



Puedes bordear la salida de la ciudad y encuentras bonitas calas y opciones para hacer deportes acuáticos. Solo estuvimos en esta isla por no tener mucho tiempo y los precios desorbitados de los barcos en periodo de verano, pero diremos que nos maravilló.




5) Dubrovnik
Aunque no es la capital del país por el turismo que mueve si que lo parece, digamos que es la «visita estrella». Y la verdad, no decepciona, es una joya de ciudad y además, patrimonio de la Unesco.
El nombre de la ciudad significa «robledal» por la gran cantidad de árboles de este tipo que poblaron a zona. Es una ciudad muy histórica, con un pasado donde confluyeron bizantinos, venecianos, húngaros o incluso, turcos.
La rodean sus murallas de unos 2kms de longitud y 25 metros de altura (datan del s. X) perfectamente conservadas. Se accede por algunas de sus torres (en total hay 16).


EL casco histórico de Dubrovnik (antiguamente denominada Ragusa) cuenta con edificios civiles y religiosos muy interesantes. Si entras por una de sus puertas principales, por ejemplo la Puerta de Pile, accedes por la calle principal y peatonal, Stradun. Puedes encontrar sitios interesantes como, la reconocible silueta de la torre de Reloj, la Iglesia barroca de San Blas, el renacentista Palacio Sponza y el Palacio del Rector, de estilo gótico.




Otro sitio de encuentro es la fuente circular de Onofre, del s.XV, decoaradas por figuras esculpidas por donde sale el agua que es potable.
Para llevarte una idea de la belleza del sitio puedes coger el teleférico (cable car) para ver toda la ciudad a tus pies, imprescindible aunque su precio es caro. Hay otra opción, hacerlo andando. Desde allí se divisa la isla Lokrum, otro sitio al que podéis visitar.


Tan solo deciros que Dubrovnik fue el colofón de un viaje extraordinario por este maravilloso país que nos atrapó desde el principio. Bombardeada por la guerra, sufrió también un terremoto pero ésta ciudad ha sabido resurgir de sus cenizas, mostrando siempre su mejor cara.
Para los fans de la serie «Juego de Tronos» podéis ver in situ las localizaciones donde fueron grabadas algunas de las escenas icónicas de la serie, razón de más para visitar la ciudad. Hay visitas guiadas y muchas webs con toda la información. Por ejemplo el famoso Desembarco del Rey.


Fuera de la ruta habitual, también nos dedicamos a buscar playas donde van los locales. Ejemplos, en la cercana península de Lapad, la familiar playa Copabacana o la de Bellevue.





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