Finalizamos con este post nuestro paso por la zona centro de Portugal.
No estaba en nuestros planes iniciales visitar el Archipiélago de las Berlengas. Conocimos de su existencia explorando Peniche y decidimos ir. Estas islas encuentran en medio del Océano Atlántico, a unos 10 kilómetros de la costa de Peniche.


Las Berlengas son en total 3 grupos de islotes: Berlenga Grande y Cerro da Velha, Islas Estelas y Farilhões-Forcadas. La que es abierta al público para su visita es la de Berlenga Grande .
Es sitio de preservación de algunas aves marinas como son por ejemplo, el pingüino del hemisferio norte, gaviotas plateadas, pardelas, cuervos marinos, halcones peregrinos, entre otras. Se dice que es una zona de paso y de aves migratorias que vienen del norte de Europa.
Todas son razones de peso -y más- por las cuales fue declarado Reserva Natural en 1.981 y Reserva de la Biosfera de la UNESCO en 2.011.


Nuestra visita no estuvo exenta de algunos pequeños sustos y peligros. Parece que somos «repetidores» en este tipo de situaciones.
El barco que sale para las Berlengas se puede tomar en el puerto de Peniche, hay uno grande tipo catamarán (más caro) y que llega en unos 20-30 min. Luego, si quieres ahorrar como nosotros, toma la versión más barata pero también un poco más peligrosa, un barco es más pequeño y con capacidad para 8-10 personas.



El problema mayor que nos enfrentamos en este viaje es que la mar es gruesa y hay fuertes corrientes. Estamos en medio del océano Atléntico, por eso es un lugar ideal para hacer surf. Y si vas en un barco más pequeño, demoras casi 30 min más y con mucho bamboleo. De hecho hay días que no se puede navegar.
Sugerencia:
Gasta un poco más de dinero y navega más seguro en el catamarán.
El destino final es la isla Berlenga con aforo máximo (día) limitado a 350 personas. Desde luego su silueta más reconocible nada más acercarte es sin dudas, el arco natural Tromba do Elefante.


Cuando llegas ves cual es el logo de la reserva Berlengas, una de las aves que más abundan allí, el arao común,que se parece un poco a un pingüino y anida en estas islas.

Fuente imagen: lasislasdelmundo.blogspot.com/
Una vez allí hay unos senderos señalizados que puedes recorrer. Algunos de los sitios donde puedes ir andando: el Fuerte de São João Baptista, el Faro de Duque de Bragança, el Centro de Visitantes o alguna de sus playas o cuevas.




Faro de Duque de Bragança
Ubicado en el punto más alto del archipiélago y está considerado uno de los faros más antiguos de Portugal.


Fuerte de São João Baptista
Es la atracción más conocida de las Berlengas y su acceso es algo difícil sobre todo si pega el sol (son muchas escaleras).
Comenzó la construcción en 1651 por orden del rey João IV y duró 5 años. El rey quería fortalecer el sistema de defensa de la costa portuguesa en un área que era frecuentemente atacada por piratas.


Praia da Berlenga Grande
La playa Praia da Berlenga Grande está muy cerca del muelle desde donde llegan y salen los barcos a Peniche. Es la playa donde encuentras a los turistas que visitan la isla y se dan un chapuzón antes de partir.
El agua es bastante fría y tiene fuertes corrientes. Hay otras 2 playas recomendadas en la isla: Praia Cova do Sonho y Praia do Forte.


Para disfrutar más tiempo de esta maravilla de sitio hay otras opciones: visitar sus grutas, por mar o tierra, o practicar deportes náuticos o hacer por ejemplo buceo. Algunas de sus formaciones más interesantes son: Gruta Azul, da Flandres, Muxinga o da Lagosteira.
Otras atracciones que hay que ver incluyen visitar o ver desde el mar el arco natural Tromba do Elefante (Tronco del elefante) y la Falésia Maldita (algo así como un Acantilado condenado).

Tienes la opción de pernoctar allí por unos días, una buena forma de disfrutar más de este paraíso natural. Hay un camping y la gente también monta unas tiendas de campaña.
Si quieres saber aún más de la zona centro de Portugal,
pincha este link con todos los posts: PORTUGAL – ZONA CENTRO
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