San Pablo en Malta
La presencia de San Pablo en la isla de Malta fue muy acontecimiento muy importante para la historia del país.
San Pablo viajaba en barco, iba prisionero desde Chipre dirección a Roma. Una fuerte tormenta hizo que el barco naufragara frente a la costa de la isla de Malta, donde sus tripulantes salvaron la vida. La relevancia de esta historia es la presencia del apóstol que sería decisiva para el inicio del cristianismo en el país, y se convertiría en una de las primeras comunidades cristianas de todo el Mediterráneo, religión que sigue muy arraigada en todo el país.
Las ciudades de Mdina y Rabat son el reflejo de la huella del apóstol por la isla.
Mdina
Ciudad fortificada fundada por los fenicios en el año 700 a.C durante mucho tiempo fue la capital de Malta. Es una pequeña ciudadela medieval amurallada con edificios públicos, religiosos, palacios barrocos como el palazzo Falson o la casa Normanda. Además de contar con unas vistas privilegiadas de la zona.

Entrada a Mdina
La catedral fue construida en el siglo XI, y reconstruida en 1693; es uno de los sitios que no debes perderte en la Mdina.

Fachada de la catedral
Tiene en su interior unas impresionantes pinturas y numerosas esculturas que van relatando la vida de San Pablo.

Catedral en Mdina

Ciudadela Mdina por dentro

Muchas casas recuerdan el barroco de Sicilia
Rabat
Los árabes la denominaron Rabat a la ciudad de las afueras porqué era la zona que pertenecía a los «suburbios» de Mdina.

Típicas balconadas por Rabat
La plaza mayor de Rabat es el centro de la ciudad, muy cerca de allí está todo lo relevante: las catacumbas (San Pablo y Sta Agatha), el Museo Wignacourt al cual no nos fió tiempo de ir (que da acceso a las grutas de San Pablo) y la Iglesia de St Paul.

Paseando por Rabat

Plaza de Rabat
Domus Romana
Al visitar la Domus Romana podrás encontrar magníficos restos romanos que se han ido encontrando en la isla de Malta y que tienen conservados en el museo.

Mosaicos
Se conserva la residencia de una familia aristocrática. La casa fue descubierta por accidente en 1881 y el “museo” fue construido justo encima de las ruinas de la casa para preservar los descubrimientos del yacimiento.

Una de las salas mejor conservadas
El edificio actual del museo permite al visitante comprender como era la vida cotidiana de una familia romana y admirar los restos arqueológicos descubiertos de aquella época. Pueden admirarse varios mosaicos y estatuas.

Otra de sus salas
Catacumbas de San Pablo
Estas catacumbas albergan más de 30 hipogeos en dos grandes áreas y la leyenda cuenta que hasta San Pablo se escondió en ellas.

Plano del laberinto que encuentras bajo tierra

Entrada a las catacumbas de San Pablo
Hay una serie de entradas que van marcando tu visita («Catacumbas»), todas están numeradas y te dan información de lo que puedes encontrar. Podían ser de varios tipos, según la religión: cristianas, paganas o judías.

Tumbas paganas

Sitios de enterramientos
Justo al otro lado de la acera, están las catacumbas de Santa Agatha que son más pequeñas.

Paloma de «Un blog de Palo» y yo bajando a una catacumba
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