Uno de los pueblos más bonitos de la Provenza francesa es Saint-Paul-de-Vence. Reconozco que no estaba en mis planes iniciales para ver en la zona y casi fui de casualidad.

Una calle
Encuentras un pueblo que se alza en lo alto de un promontorio con magnificas vistas del lugar, y más a lo lejos, en el mar se divida el Cap de Antibes, en apenas a unos 7 km de la glamourosa Costa Azul.
Saint-Paul-de-Vence es una ciudad amurallada, pequeña, asequible. Para recorrerla con calma y disfrutando poco a poco de sus bellezas. Se hizo aún más famosa porque fue destino favorito de muchos artistas relevantes de fines del siglo XIX.

Calles de St Paul de Vence

Restaurante
Hablamos de grandes maestros como Miró, Renoir, Matisse, Braque, Modigliani, Picasso, Chagall o estrellas de cine como Ives Montand, Romy Schneider o Simone Signoret o el mismísimo Jean Cocteau.
Hay sitios muy conocidos del pueblo donde se instalaron algunos de estos por bastante tiempo y que fueron cogiendo renombre, hoteles como “La Colombe d’Or” o “La Pergola”, hoy un café.
Que ver en Saint-Paul-de-Vence
Con el tiempo fue tomando nombre y aquí recalaron muchas galerías de arte y donde han fijado su residencia pintores o escultores. De hecho la ciudad aunque, es muy pequeña tiene mucho arte por todas partes.
Antes de entrar al recinto amurallado puedes ver una plaza con varias galerías y el conocido Café de la Place y el hotel La Colombe d’Or donde se exponen pinturas en su terraza. En esta plaza «de las bolas», los actores Lino Ventura e Yves Montand hicieron famosos los juegos de bolas.
Como toda ciudad amurallada, este elemento defensivo es uno de sus espacios más conocidos y característicos; su extensión total es de 1km. Data del siglo XVI y fue construida a raíz de ser declarada “villa real”. Puedes ver la torre del Esperón de 3 niveles y planta cuadrada, que pertenecía a la muralla medieval.
Una vez que atravesamos la muralla podemos elegir como ver la ciudad, por una de las calles que rodean la muralla o por sus calles interiores. Nosotros rodeamos primero la muralla; donde comienzas por ver la oficina de turismo, galerías de arte, restaurantes y hoteles … y las magníficas vistas del lugar, una terraza panorámica o Porte de Nice.

Mirador
En sus calles interiores o su principal (Rue Grande) encuentras muchos sitios coquetos, rincones especiales, callejones, fuentes, pequeñas plazas, infinidad de detalles que demuestran que aquí se respira mucho arte.

Tiendas con máscaras

Galería de arte

Un rincón muy conocido del pueblo

La pequeña plaza

Arte a raudales

Puertas preciosas

La naturaleza también se apunta al arte
Te topas por la misma zona con la Iglesia de Saint-Paul, con su impresionante capilla de Saint Clément, considerada una joya barroca; la Iglesia de los Penitentes Blancos, otra de las curiosidades del pueblo y con un campanario de forma triangular.
El ayuntamiento actual era un antiguo torreón, en su campana tiene una inscripción latina que bien invitar a cualquier persona a soñar … o crear. Traducido del latín; “hora est jam de somno suggere” o las horas nos invitan a soñar.
Fuera del recinto encontramos el cementerio. Aquí reposa un artista muy ligado a la Costa Azul, Marc Chagall, quién vivió 20 años en este lugar.
Como hicimos tantas fotos, os ponemos los detalles que demuestran lo bonito que es …
Y por último, allí nos encontramos con unos bloggers amigos, Olga y Vicente del blog Charcotrip. Ellos viven por la zona y fue un estupendo sitio para el reencuentro.
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