A unos 60 km de Edimburgo tienes que hacer una visita al Castillo de Stirling. Ubicado en lo alto de la ciudad del mismo nombre encuentras un recinto fortificado con varios edificios en su interior, considerados los mejores exponentes de arquitectura renacentista del país.

Entrada a Stirling
Ya os hemos contado que Escocia tiene un pasado marcado por múltiples contiendas bélicas (entre estas la lucha de «clanes» de las Highlands contra los británicos) es por ello que quizás haya tantos castillos a lo largo de su geografía.
Es difícil elegir cual de éstos ver porque la oferta es enorme así que buscamos algo diferente en nuestra ruta: una historia interesante, algún rasgo peculiar, sus protagonistas, sus colecciones, entre otros. En el caso de Stirling nuestra elección fue perfecta.
Encontramos referencias históricas muy interesantes relacionadas con los reyes que aquí vivieron y lo hicieron suyo; los más relevantes fueron James V y su esposa francesa María de Guisa. Fueron los padres de Maria I de Escocia, reina de todos los escoceses (María Estuardo), bien conocida por su tempestuosa vida y su triste desenlace.

James V y María de Guisa, provenían de la línea de los Tudor y de los Stewart
La bienvenida al recinto nos lo da una estatua de Robert the Bruce, quien fue Rey de Escocia por el año 1.306. Entras al recinto fortificado y puedes ver a un lado, una hilera de cañones (Grand Battery), el jardín de la reina Anna y varios de sus edificios principales.

Entrada al castillo

Cañones en el castillo (Grand Battery)
Visitamos una recreación de sus antiguas cocinas. Vamos descubriendo todos los secretos que se ‘cuecen’ en estos sitios. Como cocinaban, técnicas y utensilios, los alimentos que preparaban, estado y conservación.

Recreación de las cocinas de antaño

Algunos de los platos
Otra de las peculiaridades de este sitio son las Cabezas de Stirling. Son preciosas tallas de madera mandados a hacer por el rey Jacobo V. Representan personajes famosos, como reyes o reinas, miembros de la corte, figuras de la mitología, etc.
Se encuentran en parte de sus techos (pintados de vivos colores) aunque sus originales están expuestas en la parte superior, en la Stirling Heads Gallery.

Techos con las cabezas de «famosos»

Preciosa talla en Stirling Heads Gallery
Dentro de la visita puedes recorrer sus estancias reales (entre éstas sus cámaras reales) donde encontramos otra curiosidad, gran cantidad de unicornios blancos.
Los encuentras en sus chimeneas, techos, escudos y unas réplicas de unos tapices con unicornios. Los originales están en un museo en Nueva York, The Cloisters.

Cámara del rey

Cámara de la Reina

Tapices de unicornios (réplicas)
El unicornio representaba la pureza y fortaleza y es el símbolo de este castillo.
Quedaba por recorrer el Gran Salón, un espacio amplio para celebrar grandes celebraciones por parte de los reyes. Y a un anexo, la capilla real.

Protagonista de grandes banquetes y festejos, su techo recuerda a un barco al revés
Y en un edificio anexo hay una muestra importante de la arquitectura e historia militar, es el museo de un regimiento del Ejército Británico, el Argyll and Sutherland Highlanders Regiment. Una muestra interesante de arte militar.
Me gustó por ejemplo este cuadro que refleja una escena tradicional escocesa bailando sus bailes típicos y con los trajes tradicionales.

The Sword Dance, de David Cunliffe
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