1) París, primer viaje como turista oficial

Después de emigrar desde Cuba,  directamente en viaje de solo «ida» a España, no lo considere un viaje de turista así que años después pude ir como tal a un sitio en Europa que era de mis prioridades, la «Ciudad Luz», París.

Una estupenda ciudad, un viaje precioso repleto de sueños cumplidos y muchos lugares visitados. Estuve 10 días, de los cuales 5 días seguidos visitando museos… ¿Con que lugares quedarme de esta magnífica ciudad? Pues con todos… así más o menos lo resume mi camiseta.

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2) México, encuentro entre viejos amigos

Después de 9 años aproximadamente de no ver a mis amigos de la Universidad (éramos 3 chicos y 2 chicas) un día se «alinearon las estrellas» y 4 de nosotros decidimos re-encontrarnos en México, lugar de residencia de uno de ellos.

Yo venía procedente de España, otro era de Chile, la otra de Venezuela y camino a Canadá (huyendo de Chavez). Todos «sincronizados» para compartir nuevamente un inolvidable viaje.

El anfitrión nos llevó por sitios donde se había enamorado con su chica en México y entre tacos, muchas risas, recuerdos de profesores y de la universidad, hicimos un autentico «road trip» por tierras aztecas, tiempo con el que nos pusimos al día.

Incluso nos compramos estas camisetas «nada mexicanas» donde parecemos más bien «el yin y el yan» en versión caribeña o china .

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 3) Grecia, alucinando con esta gran civilización

Hacer un viaje por Grecia, la cuna de la civilización actual es un viaje que todo el mundo debería hacer alguna vez.

Alucinar con todo lo que ves, tantas piedras milenarias repletas de historias, trazos muy particulares, historias de dioses y semidioses, … y una comida que engancha enseguida.

Que nos quedamos con este país, con todo; su gente, su gastronomía, su arte, cultura, historia y patrimonio. Y con esta camiseta con sus típicas líneas griegas reconocibles como un bonito recuerdo.

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 4) Kenia y Tanzania, adentrándonos en tierras exóticas

Hacer un safari es otro concepto de viaje. Ir a África te llena de colores y luz tus ojos. Es como un viaje iniciático, de probarte en cada momento, conocer culturas y costumbres tan diferentes a tu vida, de ver la vida real en su hábitat de los animales.

Los africanos son personas alegres, festivas (aunque lleven la procesión por dentro) y su arte es colorido, alegre, exótico, lleno de luz y color como el gran continente.

Reflejados por ejemplo en esta imagen de animales que le regale a uno de mis sobrinos, en la de portada donde de fondo se eleva el Kilimanjaro con sus nieves perpetuas,  o esta con los colores de Kenia y su escudo masai.

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 5) Berlín, entre «osos» e historias de la Guerra Fría

Berlín es una ciudad de «10». Tiene muchas símbologías, por todas partes te encuentras los Ampelmännchen («hombrecillo del semáforo»), los típicos «ositos» símbolo de la ciudad, restos de la guerra fría en forma de gorros para el invierno, partes del muro o abundante simbología de la época socialista.

La ciudad de Berlín ha tomado como suyo este precioso logo (riñonera) y como nos gustó tanto, tuvimos que llevarnos este recuerdo. Además de la típica camiseta con la bandera y el nombre del país. Un clásico.

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En próximo post continuamos nuestro periplo por esos recuerdos tan básicos y prácticos como son las camisetas viajeras, como muestra palpable que estuvimos «ahí» o como regalo, y siempre son muy socorridos.

Continuará este viaje en:
Historias de mis camisetas viajeras, parte 2/2

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