Nos vamos a comer por la ciudad de Málaga. Platos ricos, típicos, de buena calidad y con algunos toques propios de la zona.

Boquerones

Precisamente el mote de los malagueños es el de boquerones. Este producto «estrella» es uno de los principales platos a probar por aquí. Se incluye solo (p.e con limón, a la victoriana -porque son pescados en torno al día 08-Sep, el día de Virgen de la Victoria y denominado «Día del Boquerón Victoriano»-).

También pueden estar combinados en una fritura con otros pescados de la costa como nos ofrece este cartel (calamares, pescadillas, rosada, sardinas en espetos, salmonetes, sepia, chanquetes, chopitos, etc)

Ensaladilla rusa

Este plato se encuentra por toda España pero aquí lo hemos encontrado muy rico  en todos los sitios de «tapeo de la ciudad». Es una centro histórico pero sorprende la cantidad de sitios que hay para comer. Recomendable el del Bar Orellana, muy cerca de la archi-conocida calle Larios.

Salmorejo

Muchos sitios en España se disputan la autoría de este plato. Una exquisita «sopa fría» hecha de tomates rojos con ajo, aceite, vinagre y sal al que se le añade pan, huevos duros y jamón serrano.

Hay otras variaciones de este plato como  es la porra antequerana (un poco más espesa según los entendidos) o el que está hecho con almendras el «ajoblanco». Probamos el salmorejo en un sitio clásico en la ciudad, el Bar Pimpi.

Espeto de sardina

Un plato muy famoso y peculiar de Málaga. Son las sardinas asadas al calor de una brasa ensartadas en un palo hecho de «caña» y dispuestas en vertical dentro de una barca (rellena de arena y con madera para la brasa). El truco es ensartar bien el pescado para que no se deshaga cuando se ase.

Se asan en un tiempo de 5-7 minutos por unos profesionales llamados «espeteros», que son los más indicados para hacer esta delicatessen. Producto 100% malagueño. Imprescindible comerlos a pie de playa en uno de los múltiples «chiringuitos»  repartidos por sus paseos marítimos.

Gambitas al ajillo y al pimentón

Parece que es lo mismo que comes en otros sitios pero también aquí te sabe distinto. Al estar en zona de costa los mariscos son frescos y su textura, color y sabor incluso te parecen distintos.

Berenjenas rellenas

Se encuentran aquí muy buenos productos de la huerta como este rico plato. Lo probamos en Cortijo de Pepe, un sitio muy recomendable con variedad de buenas tapas andaluzas, muy cerca de la plaza de la Merced y la casa natal de Picasso.

Rabo de Toro

También probamos el exquisito plato de Rabo de toro. Un plato que si se hace a la «Rondeña» se le añade además un poco de vino tinto, patatas, zanahorias. De los más ricos que hemos probado. Para chuparse los dedos.

Flamenquines

Nos enamoramos de este plato cuando estuvimos hace años en Córdoba y queríamos repetir experiencia. Aquí lo hacen -me dio la impresión- como de otra manera. Una carne enrollada con queso y jamón y se enrollan para empanarlos.

Cervezas de la zona

Hay varias marcas muy buenas de cervezas en la zona del sur. Una de ellas es la cerveza Victoria.

Vinos dulces

Se suelen tomar vinos dulces o semi-dulces con menor graduación de alcohol pero son vinos que si tomas mucho y rápido pegan «fuerte» porque tienen muy alto contenido de azúcares. Hechos principalmente de uvas Moscatel y la autóctona del sur, la uva Pedro Ximénez.

Ejemplo algunas marcas conocidas (Málaga Virgen, Antigua Casa de Guardia, Quitapenas, Pajarete) o aquellos que se toman directamente de la barrica (pe. guinda, moscatel, pajarete, lágrima, etc)

Un café a la «malagueña»

Agarraos ahora que vienen curvas. Para entender como se debe pedir un café en Málaga nos estudiamos esta «versión» del famoso cartel del «Café central» (Plaza de la Constitución) y que nos ilustra como los malagueños han diseccionado tan bien la manera de tomar café.

Nos mentalizamos, respiramos hondo y elegimos el «nivel de cafeína» que queremos en nuestro cuerpo. Así estaremos listos para pedir. En nuestro caso, el café ideal fue el «solo corto». O un café con leche en Madrid.

Despedida…

Con este dibujo del Quijote escribiendo «con un espeto de sardinas» terminamos nuestro recorrido por la ciudad, creo que sintetiza muy bien como se vive, disfruta de la vida y de la gastronomía en una ciudad tan cálida, acogedora y alegre como es Málaga. Un sitio al que tenemos que volver.

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