Salvador Dalí reúne sin dudas cualidades singulares que lo hacen un gran personaje del siglo XX. Una persona muy creativa y todo un «revolucionario» en sus formas y visiones. Su obra es rica en matices, en interpretaciones, con un trazo y estilo propio.
Tenía ese especial look, un aire irreverente y provocador que aumentaba si cabe más su leyenda para convertirse en una de esas personas que dejan huella. Supo codearse con grandes artistas de su época (en pleno auge del movimiento surrealista) y en sitios como París o Madrid.
Vivió en Cataluña, en la zona de Costa Brava. Nació en la ciudad de Figueres (Girona), solía veranear en la bahía de Portlligat en Cadaqués, un pueblo marinero precioso y tranquilo. Años más tarde, su lugar elegido para dar rienda suelta a su creatividad como artista.

Imagen de Cadaqués, Museo Dalí, San Petersburgo (Florida, USA)
En los últimos años, por amor a la mujer de su vida, Gala, le regalo un castillo en Púbol, donde también vivieron un tiempo. Estos tres sitios (Figueres, Cadaqués y Púbol) forman parte del recorrido cultural de Dalí, o el llamado el Triángulo de Dalí.
Teatro-Museo Dalí, Figueres, Girona
Diseñado en vida por el propio autor es sin dudas el sitio para conocer su obra. No todos los pintores pueden dejar su legado artístico a su gusto, como ellos mismos lo perciben o con total libertad creativa.
El Museo-Teatro de Dalí desde que llegas y lo ves por fuera es toda una provocación en sí misma. Dalí pinto sobre la fertilidad (casualmente nunca fue padre) y el diseño del propio edificio refleja ya estas obsesiones, una peculiar imagen de huevos blancos y dorados que decoran parte del edificio. La antigua torre medieval la rebautiza -como si no- en honor a su amada, Galatea.
El interior de Museo (antiguo patio de butacas) lo ocupa ahora una monumental escultura «El taxi lluvioso». Y mezclados poco a poco con la escenografía antigua del teatro vamos recomponiendo los espacios con el propio universo de Dalí (surrealismo, cubismo y futurismo).
Objetos geniales, pinturas asombrosas, salas temáticas o cronológicas conforman el recinto junto con la cripta (donde esta enterrado) y donde además está vivo el espíritu de su musa (su mujer) por todos sitios. Difícil elegir tres de las mejores obras dentro del museo, así que mis favoritas son:

Autorretrato blando con beicon frito

«Galarina», su eterna musa
La sala Mae West (con los rasgos de la cara de la actriz como ojos, boca y nariz) y un hábil juego con el propio espectador para que cree la «perspectiva» completa del rostro de la actriz. Uno de los puntos fuertes de la visita.

Completando su rostro

Aqui todavia no se ve en su totalidad a Mae West
Casa de Salvador Dalí en Portlligat, Cadaqués
Cadaqués es un sitio que desprende tranquilidad, armonía, belleza, paz y ese tiempo que parece haberse detenido. Dalí decía de este lugar que era «el primer español en poder ver el sol» a través de los amplios ventanales de su preciosa Casa-Museo de Portlligat .
La casa es una mezcla de varias «barracas» de pescadores comunicadas entre sí, sin ninguna estructura particular. Puedes ver como era su taller, habitaciones, su jardín o la piscina.
Como parte de la estructura de la casa, subes o bajas de niveles, pasas por pasillos estrechos o estancias redondas donde solo hay «eco» en un solo sitio (con la forma de un erizo mar), percibes ese aire bohemio en todo el lugar, en su mobiliario (objetos cotidianos, obras del pintor, animales disecados, joyas o diseños).
Fuente fotos:
https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Casa-Museu_Salvador_Dalí
Este lugar, la casa, el ambiente y todo lo que le rodea es como si hicieras un viaje en el tiempo, a los inicios de Dalí como pintor, a descubrir el por qué de su labor creativa, entender el contenido de su obra, sus excentricidades o parte de su vida cotidiana. Gracias a este sitio él pudo hacer lo que quiso, experimentar, servirse de la inspiración, expresarse como solo él sabía y … vivir. Y vaya si lo hizo en este paraíso, durante unos 52 años.
Casa-Museo Castillo Gala Dalí de Púbol
Era tal la devoción que sentía Dalí por Gala que le dijo en una ocasión: «Te haré reina de un castillo» … y vamos si lo cumplió. Hablamos de la tercera pata de este triangulo (que «no amoroso») sino de puro arte, es la Casa-Museo Gala Dalí -o el Castillo de Púbol.
Para nuestro gusto es la que menos me gustó de los tres. El artista pasó los últimos años de su vida, y algunos sin su mujer que descansa en la cripta del lugar. Un recorrido por el lugar te devuelve estatuas de grandes elefantes con «patas flacas» por el jardín, bustos de Richard Wagner, un pedazo de «cadillac» propiedad de la pareja y estancias privadas, dedicadas sobre todo a Gala… éste era su castillo.

Elefantes – Castillo de Pubol / Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Escultura Elefant Dalí a Púbol.jpg
Para cerrar el círculo yo recomendaría otros 3 sitios más para completar su vida y obra. Son el Espace Dalí, París (ciudad donde pasó su juventud con importantes esculturas y grabados), el Museo Reina Sofía en Madrid y la colección privada en Salvador Dalí Museum, San Petersburgo (Florida, USA).
Muestras en Espace Dalí, París
- Elefante Espacial
- Danza del tiempo
- Newton Surrealista
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