Si hay que elegir la ciudad que más nos gustó en la India sin dudarlo Udaipur es nuestra ciudad favorita. Antigua capital del «reino de Mewar» era también una especie de «principado» dentro todo la región del Rajastán.
Lago Pichola
Nos gustó quizás por el bonito entorno alrededor del lago Pichola (hay otros lagos artificiales pero éste es el más grande), sus edificaciones, los ghats, la tranquilidad de sus calles por la zona donde pernoctábamos (por fin sin tantos pitos ni ruidos ensordecedores) y en general, por la belleza propia del lugar, fue nuestro particular «oasis de tranquilidad».

Ciudad de Udaipur y su lago

Bonito amanecer sobre la ciudad

Tranquilidad en sus calles
La visita a la ciudad se puede hacer de forma reposada,tranquila o como se dice en jerga viajera, «slow travel». Se pueden pasear por sus ghats en ambas orillas del lago, cruzar sus puentes, contemplar la ciudad desde sus miradores-terrazas para disfrutar de bonitas puestas de sol, perderse por sus callejuelas, recorrer sus innumerables tiendas (puede comprarse p.e camisas a medida para chicos, bonitas pinturas hechas en miniaturas, artesanías) o visitar el City Palace (Palacio del Maharaná) que domina en lo más alto de la ciudad.

Haciendo amigas… y dándole colorido a las fotos

Bonitas puestas de sol sobre el lago Pichola

Tiendas …
Son visibles desde los miradores pequeños islotes en el lago donde se encuentran «hoteles de lujo» (pe. Lake Palace que es de auténtico lujo y uno de los hoteles más famosos del país). Se dice que aquí se rodaron películas famosas como fue la del agente más glamouroso de cine, nuestro «007» .
Templo Jagdish
Otra visita que es recomendamos es de tipo religioso, muy cerca y céntrico está el templo Jagdish, que venera al dios Vishnu, el dios preservador. Si habría que definirlo de alguna manera ir a este sitio es de una «auténtica alegría», de buen rollo. Dentro del templo se canta, se reza y se crea un ambiente tan bonito que si estás de «bajón ese día» … te animas enseguida.
Esta repleto de iconos y simbologías. Puedes dar primero una vuelta alrededor del templo donde su estructura está decoradas con tallas dedicadas al dios Vishnu, se hacen alusiones a la vida del alegre dios Krishna o se representan ninfas.
También hay tallas de animales como son elefantes o tigres, escenas muy explícitas del Kamasutra o curiosidades varias como una estatua de Garuda, que es el vehículo que utiliza el dios Vishnu («mitad hombre, mitad pájaro»).
Palacio de Udaipur o Palacio de la Ciudad
Otra visita necesaria e imprescindible es el Palacio de Udaipur, de mis favoritos del Rajastán. Decorado con exquisito gusto todavía quedan rezagos de ese magnífico esplendor con el que vivían.
De hecho la gente de mucho dinero realiza ahí grandes celebraciones como por ejemplo bodas. Justo ese día que fuimos el patio central se estaba decorando y preparando para un evento de este tipo, por todo lo alto. Ya sabemos que en India «no hay medias tintas».
La fachada de este palacio se representa este palacio bajo un gran sol bigotudo que es muestra de identidad del lugar y de todo el Rajastán.
También tiene su lógica porque se dice que era costumbre de los marajás hacer siempre «un saludo al sol». Quizás se asociaba con un aspecto divino pues según el libro sagrado («Bhagavad Gita») este gesto significaba «Dios ayuda a quienes hacen su deber”… Si mejor nos remitimos a nuestro sabio «refranero» viene a ser lo mismo: «A quien madruga, Dios lo ayuda».

Imagen muy típica del Rajastán
En realidad este palacio consta de varios edificios, que conforman un gran complejo. Esta todo muy bien decorado con incrustaciones de espejos, mosaicos de colores, vitrales de colores, estancias pintadas de varios colores; zonas específicas para mujeres, niños o para el propio marajá. En las zonas altas del palacio hay terrazas, miradores o patios interiores con estanques y/o vegetación para refrescarse del calor.
La decoración del palacio es una mezcla entre los estilos «mogol y rajastani» y entre las ciudades que fuimos visitando son estilos similares las decoraciones entre uno y otro palacio son distintas, dependiendo del gusto y aficiones del marajá.
Sea por el motivo que fuere la ciudad de Udaipur «nos atrapó desde el minuto uno», a veces no forma parte de la «ruta habitual» del Rajastán de muchos viajeros ya sea por falta de tiempo pero si que merece completamente la pena verla y disfrutar de tan bonito entorno.
¡¡¡ Sin dudas … para repetir !!!
Puedes ver más fotos de la ciudad en estos links de FLICKR:
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