Siempre había pensado que la arquitectura escandinava era funcional, con construcciones más bien de carácter práctico y el «uso mínimo » de criterios estéticos. Por eso cuando visitas por primera vez estas bonitas tierras y en concreto, la ciudad de Oslo, notas que la ciudad es moderna y a la vez, histórica. Combina en igual proporción belleza, modernidad, funcionalidad y total integración con el medio.
Oslo no es una ciudad muy grande (con un asequible y pequeño centro histórico) alrededor de cual están las mejores opciones turísticas de la ciudad. Fue una ciudad que me sorprendió gratamente, supero mis expectativas (tampoco iba con muchas) e incluso me dejaron con ganas de ver mucho más. Así que …¡una excusa perfecta para volver!
Que ver en Oslo -o la «Ciudad del Tigre»
Estación de trenes (Oslo Central Station)
Edificio moderno, bien diseñado, comunica con todo el país y tiene acceso directo al aeropuerto. Lo mejor es que está en el mismo «centro de la ciudad».
El barrio está rodeado de edificios altos, oficinas comerciales, un paso peatonal elevado que conecta varios edificios y desde aquí empieza una de las calles mas importantes de la ciudad (calle Karl Johans Gate, llamada así en honor a Carlos III Juan, Rey de Suecia y Noruega).
Justo saliendo, a las afueras de la estación te encuentras con uno de los símbolos más queridos de la ciudad, una estatua de un tigre.
Cuando se cumplía un aniversario importante de los orígenes de la ciudad (unos 1.000 años) se decidió por sus habitantes que se representara a la ciudad con «un tigre», el cual fue terminado en bronce con unas dimensiones de más de 4 metros. Proviene de una analogía que se hace en un antiguo poema «Sidse Sang» (1.870) que describe la lucha entre un tigre y un caballo; y al parecer las caracteristicas del tigre se identifican más con Oslo, que se quedó como la «ciudad del tigre» ó Tigerstaden.
Karl Johans Gate
Esta preciosa calle peatonal parte de la estación de trenes y recorre un 1 km de la ciudad. Cuenta con mucha vida de los locales, hoteles, tiendas, etc y termina justo en el Palacio Real.
Durante el recorrido puedes conocer sitios emblemáticos de la ciudad desde su Catedral (Oslo Domkirke), el Parlamento noruego (ó Stortinget que significa «La Gran Asamblea» en noruego), la Universidad, el Teatro Nacional o la Galería Nacional.
Todos los paseamos y vimos desde fuera. No teníamos mucho tiempo en la capital. Nos hubiera gustado visitar la Galería Nacional porque es una de las pinacotecas más importantes del país, con una completa colección de arte donde destacan obras de Edvard Munch, quizás su autor mas cotizado y conocido mundialmente. Aunque Munch también tiene su propio museo.
Opera
Sin dudas uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad de hoy. La Opera de Oslo es una increíble maravilla de la arquitectura moderna que fue inaugurado en el año 2008.
Asemeja un gigante «iceberg» que surge de las aguas del fiordo de Oslo, o al menos eso fue lo que me contó una amiga noruega. Si hay que elegir uno de mis sitios favoritos de la ciudad, ésta sería uno de ellos.
Se puede «subir hasta el mismo techo» para ver las preciosas vistas del fiordo y la bahía, los barcos contemplar el atardecer o disfrutar de un momento de relax. Ya en su «interior» la estructura se torna con madera de roble, el vestíbulo toma la forma de una herradura, se dice como rindiendo tributo a los clásicos teatros griegos. Tiene un total 3 escenarios.
Fortaleza y castillo de Akershus
Otro de los sitios a visitar en la ciudad es sin lugar a dudas la Fortaleza-Castillo de Akershus. Es un castillo construido allá por el año 1300 y re-convertido con los años en una serie de fortificaciones de uso militar, por estar situado en lo más alto de la ciudad.
Fue castillo de los reyes del país durante años y actualmente se usa en actos institucionales del gobierno. Lo mejor de la fortaleza es entrar por cualquiera de sus entradas y perderse por sus jardines, dejarse llevar por las bonitas vistas de la ciudad, contemplar sus cañones o disfrutar de alguno de sus museos o de sitios para tomar algo.
Ayuntamiento
Si hay un edificio singular y peculiar en la ciudad éste es uno de ellos. Conocido como Rådhus es la sede del ayuntamiento de la ciudad. Cada año en este impresionante edificio (en su gran salón) se entregan los premios Nobel (por instrucciones estrictas de su benefactor).
Quizás lo mas bonito que tiene el ayuntamiento son sus cerámicas, maderas, pinturas murales y toda una extensa decoración que lo visten por dentro y por fuera. Los motivos decorativos son variados, muy alegóricos a la historia del país, repleta de un inmenso imaginario popular de dioses y leyendas varias, que hacen merecedor de una visita pausada para poder disfrutarlo.
Centro Nobel de la Paz
Edificio cerca del ayuntamiento que resume todo lo relacionado con los premios, sus premiados. Fue antes una antigua estación de trenes.
Aker Brygge
El mejor ejemplo del «buen hacer y buen gusto» de los noruegos se encuentra sin dudas en el antiguo muelle, o Aker Brygge. Reconvertido en una estupenda una zona de ocio, con «ultra» modernos edificios acristalados (algunos asemejan hasta una quilla de barcos), rodeados de cafés, restaurantes de moda y un increíble ambiente lo hacen ser un sitio fantástico y un buen ejemplo de como se pueden cambiar las cosas.
Bygdøy, isla de los museos
Desde el muelle se puede tomar un barco para visitar la Isla de los Museos. En la isla de los museos encontramos «cuatro imprescindibles» para ver: Norsk Folkemuseum, Museo Barcos Vikingos, Museo Fram y el de Kon Tiki. Si Ud. compra un pase Oslo Pass el trayecto en barco y los museos están incluidos. Merece la pena
El Museo Folclórico Noruego (Norsk Folkemuseum) es de los mejores museos al aire libre que he ido en mi vida.
Recrea los modos de vida de los noruegos en varias partes del país, incluye un paseo con muchas casas tradicionales de las diferentes regiones de Noruega (unos 155) y en distintas épocas de la historia del país; parece que viajas en el tiempo. La «joya de la corona» del museo es una réplica de una iglesia medieval de madera (Gol), del año 1250 AD. Un lugar imprescindible.
Otro museo increíble es el Museo de los Barcos Vikingos. Se conservan dos de éstos barcos del siglo IX, son las embarcaciones Oseberg y Gokstad. Emociona ver estas reliquias y comprender un poco esta cultura, como los antiguos vikingos dominaban a la perfección la navegación y éstos barcos, son buen ejemplo de su sabiduría.
Otro alucinante sitio es el Museo Fram. Nada más entrar te topas de frente con un inmenso «buque polar» que fue utilizado para conquistar «los polos» por uno de los exploradores más relevantes de la historia, Roald Amundsen. El barco consta de «varios niveles» que pueden recorrerse y de esa manera hacernos una idea de la gran proeza que supuso este descubrimiento. Impresionante…
Aunque no pude estar mucho tiempo en el Museo Kon Tiki, es una pasada. Se hizo un documental con la proeza del explorador noruego Thor Heyerdahl en una expedición en una balsa de estilo inca (en honor al dios del sol de los incas, Viracocha) por todo el océano Pacífico desde Sudamérica rumbo a la Polinesia. Un autentico aventurero. Viajo junto a otros compañeros durante unos 101 días, su periplo le llevo a una distancia de casi 7000 km.
Todo esto fue lo que pudimos ver en casi dos días, el tiempo fue estirado todo lo posible, gracias a la época del año (junio) que el sol se pone muy tarde, sobre las 11.00 noche. Aún así quedaron por ver algunos más.
Razones por las que tengo que volver a Oslo
Principalmente para ver la ciudad con pausa y sin prisas.
Me faltaron algunos imprescindibles como la moderna y futurista estación de Salto de Esquí de Holmenkollen.
Hice lo posible pero no tuve tiempo en ver el parque de las esculturas, o Parque de Vigeland (ó Vigelandsparken) que consta de unas 212 esculturas de granito y bronce, con figuras humanas. La más representativa es el Monolíto que tiene múltiples lecturas y unas dimensiones colosales (más 14m altura y hasta 121 figuras humanas entrelazadas). Hay otras como «El niño enojado» (Sinnataggen), la «Rueda de la Vida» que son razones mas que suficientes para ver este increíble sitio.
Somos guiris y nos gustan estas opciones turísticas locales. Como dejar de hacer lo que se hace cualquier turista en Oslo, tomar un barco para dar un paseo por el fiordo tomándote unas ricas gambas; seguro que la próxima vez no me lo pierdo. Claro, sin mirar mucho al bolsillo.
Y por último, otra de mis prioridades es visitar la obra de este pintor universal noruego Munch … otro de mis objetivos en nuestro próximo viaje a la capital.
Puedes ver la galería completa de fotos en estos links de FLICKR:
OSLO, LA CAPITAL DE NORUEGA
ISLA DE LOS MUSEOS EN BYGDØY
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