Breve historia del mercado
Hoy visitamos un sitio que se ha puesto de moda pero en sus inicios, era un mercado de barrio de toda la vida. El primer edificio data del año 1945 y era el típico mercado de abastos de productos frescos del barrio de Chueca, donde concurrían sus vecinos cada día.
El mercado debe su nombre a una parroquia cercana, conocida como San Antón. Con el paso de los años el barrio se fue deteriorando por falta de medios económicos y el mercado fue uno de los afectados.
En el año 2007 el Ayuntamiento de Madrid decide hacerle al mercado una completa renovación y modernizacion -vamos, un lavado de cara- para convertirlo en lo que es hoy, un moderno edificio de 3 plantas. Y un espacio «gourmet»…
Nuevo mercado
Se crea un nuevo concepto de mercado. Por un lado se mantiene lo más tradicional, se siguen vendiendo productos frescos y de una gran calidad, con la particularidad que se eligen muy bien a sus productores o vendedores, aquí encontramos de lo bueno, lo mejor.
Y por otro introduce la modernidad. Se pueden realizar cata de productos frescos, de aquellos más elaborados, encontrar novedades del sector alimentación y todo esto con el objetivo de atraer no solo cada vez más más consumidores al mercado sino a visitantes nacionales o extranjeros, a un nuevo tipo de clientes que buscan una manera diferente de «vivir un mercado por dentro».
¿Que se puede comprar?
Hay mucha variedad de productos de primerísima calidad, procedentes de todas partes del país.
Podemos desde hacer una degustación hasta llegar a la compra de productos de todo tipo, necesarios en nuestra cocina: aceites de oliva, tipos de sales, granos, legumbres o cereales, frutas y verduras de primera calidad, pescados, mariscos o carnes, quesos, mieles, etc. Aquí no falta de nada.
La variedad de productos es amplisima y pueden ser testados de primera mano.
¿Que se puede degustar?
Si quiere probarlo «in situ» (incluso con un poco más de elaboración y con altos grados de creatividad) tiene varias zonas comunes (en la segunda planta) donde puede degustar desde buena selección de los mejores vinos, tapas deliciosas y creativas, tipos de cocinas … hasta productos de la tierra como por ejemplo procedentes de regiones como Asturias, Canarias, etc.
En la última planta del mercado (la tercera) hay además una zona de ocio y restauración con una amplia terraza que para el verano es una muy buena opción.
Sin dudas, este mercado junto con el de San Miguel (muy cerca de la Plaza Mayor) son buenos ejemplos que se pueden ofrecer buenos productos, nuevas formas de combinar lo tradicional y lo moderno … y una muy buena manera de hacer ocio en la capital. ¡Un gran acierto!
Curiosidad histórica…
Hay un espacio dentro del mercado que nos va guiando por la historia de grandes cocineros a lo largo de la historia. Con carteles repartidos por varios sitios del mercado hacemos un interesante recorrido por la historia de estos grandes creadores.
Uno de los puestos de honor se lo dedican al gran cocinero Ferrán Adriá. Un cocinero que ha revolucionado la cocina tradicional en todo el mundo.
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