Grecia tiene aproximadamente más de 2.000 islas repartidas por todo el mar Mediterráneo. Hay tal variedad para ver que es mejor ir visitando grupos de éstas (p.e organizadas por archipiélagos: Cícladas, Dodecaneso, Jónicas, Espóradas, las del Norte del Egeo y las del Golfo Sarónico).
Islas Cícladas
La elección de un destino puede ser ya por su cercanía al continente, sus costumbres particulares, la arquitectura o historia del lugar, su patrimonio cultural, su huella del pasado, o sus leyendas.
En nuestro caso elegimos las Islas Cícladas (Naxos, Mykonos y Delos) por ser las más próximas al continente europeo (al puerto de Atenas, el Pireo), por su accesibilidad desde el ferry y por todo lo que nos ofrecían en su conjunto. Os decimos que la elección fue muy acertada.
Estando en Grecia es imposible hablar del país o vivir en él sin convivir con la mitología, es una parte muy importante del viaje, del viajero y de la idiosincrasia de los griegos. Visitar Grecia implica tener una completa fe en la mitología griega.
Delos
Las Islas Cícladas nos dan con su «propio nombre» una pequeña pista porque todas en su conjunto forman un círculo que se cierra en torno a una «isla muy especial y pequeñita» que les sirve de «punto central», hablamos de la isla sagrada de Delos.
Isla diminuta donde nadie puede nacer o morir y donde se vio nacer solamente a los hijos del Dios Zeus: Apolo y Artemisa. No es habitable y se llega desde el mar pero antes de que se ponga el sol, el visitante debe abandonarla. Su nombre en griego significa «estable e visible» y era uno de los «cuatro lugares sagrados» de Grecia.
A pesar de ser pequeña es enorme en patrimonio, en historia y cuenta con innumerables restos arqueológicos que así lo constatan, de hecho fue declarada Patrimonio de la Unesco en el año 1990. Tiene varios templos dedicados a su dios Apolo, tres en total, entre los que se encuentran el Templo de Delos -o llamado gran templo-.
Una imagen típica de esta isla que es un paseo denominado La terraza de los leones (dedicado por los habitantes de la isla cercana, Naxos, con un total de 16 leones esculpidos en mármol de los que quedan en pie solo unos 5). Podemos encontrar un amplio teatro (hasta 5.000 asientos aforo), un templo dedicado a Hera o imagenes de mosaicos de antiguas mansiones como por ejemplo la Casa de Dionisio, éstas son algunos de las joyas que nos encontramos aquí.
El recorrido por Delos puede hacerlo tranquilamente en unas 2 horas y como no se puede pernoctar («asunto de dioses») tiene que abandonarla ese mismo día. Nosotros volvemos en una frágil catamarán a otra isla que nos sorprendió por la cantidad de atractivos que tenía: la isla de Naxos.
Naxos
Seguimos con nuestra «masterclass de mitología» y volvemos a la isla que es «nuestro puesto de mando», lugar elegido para nuestra estadía en las Cícladas: Naxos. Ni es tan masificada de turistas como Mykonos o Santorini y además es un sitio muy atractivo a cualquier turista, y además ofrece buenas opciones de alojamiento.
Naxos es la patria natal del Dios Baco (ese Dios griego del vino y los placeres) y de su esposa Ariadna. También se dice que fue el sitio que Teseo eligió cuando dio muerte al minotauro en Creta. Parece que tiene una historia de más de 4.000 años y es la isla más grande de todo su archipiélago.
Su principal rasgo de distinción es una «conocida silueta» en un montículo y que da al mar, es una puerta de mármol (que iba a ser un templo pero no se terminó) que mira orgulloso hacia el mar como si fuera «un inmenso marco de un gran cuadro», el famoso Portara. Templo inacabado de estilo arcaico dedicado al dios Apolo, es la imagen «más fotografiada de la isla» y uno de los momentos estrellas para visitarlo es en la puesta de sol.
La capital de Naxos se llama Khora. Desde el puerto se puede divisar en lo alto restos de un castillo de origen veneciano (llamado «kastro») rodeado de murallas y desde donde se ven bonitas vistas de los alrededores. Se llega hasta allí por estrechas callejuelas, miles de recovecos y durante en este sinuoso trayecto hacia lo más alto encontramos tiendas, negocios, restaurantes o bares, exposiciones, etc que te invitan a degustar la increíble comida griega.
Una de las peculiaridades que encontramos en la isla son los kouros. Os acordáis que en nuestro paso por el Museo Arqueológico de Delfos encontramos en el museo «unas tallas de chicos jóvenes» de enormes dimensiones (p.e Gemelos de Argos). Pues ésos son los kouros y en la isla encontramos tres muestras de éstos. Los podéis encontrar en sitios como Apollonas (dedicado a Dionisio, de 10 metros en total) y los otros dos, en Melanes.
Otro clásico de la isla son las famosas Esfinges de Naxos. Vimos la primera de éstas en la ciudad de Delfos (fue una ofrenda de Naxos al oráculo); pues bien, la otra esfinge la tienen ellos en su propia isla. Entendéis ahora el título de este post, a medida que vamos descubriendo más cosas de las Islas Griegas vamos cerrando el círculo.
Sentimos los efectos del viento que aparece de repente, es el famoso viento denominado meltemi, «viento local» que visita las islas entre los meses de mayo y octubre. Siguiendo la dirección del viento y con una mar gruesa nos dirigimos a otra de las Islas Cícladas, la más famosa, glamourosa y conocida por muchos, Mykonos.
Mykonos
Esta isla es bastante similar en cuanto a ambiente y tipo de turismo con nuestra isla balear más cañera, Ibiza. Aquí en Mykonos encontramos marcha, ambiente y … mucho turismo de masas.
Para darle un sentido más mitológico y especial nos remontamos a las diferentes versiones que existen de su origen: se llama así en honor al hijo del Dios Apolo, Mykono; hay otra versión que cuenta que Hércules mató a unos gigantes y sus cuerpos en forma de roca conformaron la actual isla, o que fue el propio Poseidón quién levantó estas rocas contra los gigantes. Sea cual fuere el más acertado, es mucho más interesante que la actual versión de la isla.
Mykonos es una isla preciosa, con una arquitectura que resume las «mejores postales de las islas Cícladas», se vende sola como destino paradisíaco. Callejeando por su ciudad (Chora) puede Ud. admirar sus callejuelas, casas blancas encaladas, balcones y puertas de color azul turquesa y todo tipo de construcciones que representan el estilo de la arquitectura cicládica tradicional.
Mykonos estuvo dominada por bizantinos, venecianos, otomanos e incluso por los rusos. El resultado de esta mezcla es espectacular, consta de una amalgama de construcciones, edificaciones, callejuelas que la hacen sin dudas, un destino digno de ver.
Como sopla con fuerza el viento en la isla encontramos sus tradicionales «molinos de vientos», que ya no se usan. Situados en pequeños montículos se puede divisar desde el pueblo y algunos se pueden visitar. Se disponen en igual dirección como alineados en formación.
Uno de los sitios más populares de la isla es una «especie de malecón» que da directamente al mar, formado por las propias viviendas, balcones o pórticos y donde éstas casas no superan nunca las tres plantas y casi todas son del siglo XVIII. Le llaman la Pequeña Venecia (ó también Alefkandra) y esta repleto de ambiente de cafés, restaurantes, tabernas y todo tipo de opciones de ocio.
En el antiguo barrio de Kastro encontramos un conjunto eclesiástico denominado Panagia Paraportiani (siglo XVII). Le llaman «Nuestra señora de la puerta de al lado» porque su entrada fue encontrada en el lateral de la entrada al área del antiguo kastro. En realidad son 5 antiguas iglesias que se han unido en una sola.
Las islas griegas pueden resumirse en una mezcla de colores blanco y azul turquesa. Los colores patrios, de su bandera, de todo lo que les rodea son las imagenes que se te quedan grabadas para siempre en tu viaje así como las sensaciones y vivencias de un país en el que «te sientes a gusto, como si estuvieras en casa».
Experiencias muy auténticas que lo hacen un destino atractivo e inolvidable. Ya sea por esos recuerdos de los pulpos secándose al sol, banderas griegas que ondean en los edificios públicos, la particular silueta de sus iglesias ortodoxas, los kouros, los innumerables templos en mitad de la nada o sus bonitos paisajes o playas.
Imágenes singulares que puedes encontrar en la mayoría de las islas y un viaje que merece la pena.
TODAS LAS GALERÍAS EN FLICKER:
DELOS / NAXOS / MYKONOS
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Precioso reportaje. La luz de las islas griegas es la más bonita del mundo. El sabor de su cocina, también. No me importaría volver a disfrutarlas.
Jordi ya quisiera retirarme algún día en esas islas paradisíacas. Me faltan muchas por ver y disfrutar.
Las islas griegas son pequeños paraísos llenos de luz, añil de las puertas y ventanas y rosa de las buganvillas, estoy deseando volver y bañarme en sus maravillosas playas. Preciosas fotos, y estupenda entrada. Feliz viernes 🙂
Muchas gracias Pepa. Viniendo de ti es un halago.
Es un sitio maravilloso para vivir tranquilamente, sin prisas y disfrutar de todas sus maravillas.
Un saludo.-