Uno de las ciudades por las que pasamos en Sicilia fue Caltagirone, una ciudad por el interior de la isla o como se le conoce mejor, la capital de la cerámica. Su nombre proviene del vocablo árabe «Cal’at Ghiran», que fueron los que fundaron la ciudad.

Actualmente es una ciudad que sigue conservando su aspecto medieval a pesar de que tuvo que ser reconstruida después de sufrir un terrible terremoto en 1693 que también asoló en la parte «más oriental de la isla».

Tiene algunas edificaciones relevantes que forman parte del estilo llamado barroco tardío, muy típico de la isla y sobretodo de esa zona, Caltagirone es una de las «ciudades del Valle de Noto» (como también son Noto, Ragusa o Modica), cuyo punto de conexión es un estilo arquitectónico singular y representativo,  y motivo por el cual fueron declaradas patrimonio de la Humanidad en 2002 por la Unesco.

Escalinata de Santa María del Monte

Pero si hay algo que distingue a Caltagirone del resto de las ciudades del valle es su increíble y maravillosa Escalinata de Santa María del Monte, impresionante conjunto de escaleras del siglo XVII, que cuenta con una totalidad de unos 142 escalones.

Es una impresionante construcción de unos 140m largo y unos 8,4m ancho.  Discurre entre la parte baja de la ciudad -desde la Piazza Municipio- hasta la parte más alta que le da nombre la Chiesa di Santa Maria del Monte (Iglesia de Santa María del Monte), que incluso en sus buenos tiempos llegó a ser la catedral de la ciudad.

Lo más bonito de su construcción es el particular diseño de cada uno de los escalones, adornados con cerámica local policromada (o las denominadas «baldosas en mayólica»). Este era una técnica de diseño de cerámica sobre la loza (importado de la isla de Mallorca) donde se aplica «un esmalte de plomo opaco mezclado con estaño» y luego se pinta con óxido sobre esta base. El resultado es sin dudas espectacular y pintoresco.

Cada peldaño tiene un diseño propio, su propio estilo, su propia historia. Se suelen pintar las cerámicas con los colores típicos de la zona, una mezcla entre colores azul, verde o amarillo, y que son los colores que más resaltan y por lo que son conocidas las piezas de sus ceramistas. A su vez los diseños pueden ser geométricos, representaciones de historias locales, florales, etc.

Fue construida en 10 años y la estructura original contaba con descansos y un total de 150 escalones; años más tarde se eliminaron éstos descansillos así que hay que ir subiéndola poco a poco pero mejor de un tirón.

Durante todo el recorrido -que llegamos sin aliento allá arriba- a ambos lados de la escalinata se aprecian bellas edificaciones a nuestro paso. A ambos lados de nuestro empinado camino encontramos muchas tiendas que ofrecen lo que ellos mejor saben hacer, la cerámica típica.

El premio se consigue finalmente cuando se llega a la cumbre. Desde allí arriba se divisa toda la ciudad y nos muestra un bonito paisaje con los alrededores de la ciudad. Se puede incluso ver el mar. Ha merecido la pena nuestra caminata «cuesta arriba».

Fiestas típicas

El patrón de la ciudad es Santiago. Durante las noches del 24 y del 25 de julio se celebran unas fiestas en su honor denominada «La Scala illuminata». Como su nombre indica se ponen unas lámparas de aceite para que se ilumine toda la escalinata y según cuentan las guías de la ciudad un espectáculo digno de ver .

Otras de los momentos claves del año es durante el mes de mayo con la celebración de la «Infiorata» o el llamado «Festival de las flores». La escalinata se engalana para la ocasión, pero esta vez se cubre todo de flores.

Otras visitas a la ciudad

La ciudad es fácil de recorrer y tiene otros monumentos o espacios de interés. Nosotros no pudimos recorrerlo en su totalidad por falta de tiempo pero lo recomendamos totalmente. Tómese tu tiempo.

Dentro de los espacios recomendados para ver están al pie de la escalera la Vía Luigi Sturzo (con palacetes e iglesias alrededor), el Jardín Publico de estilo inglés con un Kiosko de la música con un bonito estilo árabe, el llamado Teatrino o Museo de la cerámica (adornado con mayólica), la iglesia de San Francisco de Asís, una antigua Cárcel borbónica (hoy Museo Municipal), la Catedral de San Giuliano, etc.

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ESCALINATA DE CALTAGIRONE, SICILIA

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