Este barrio de Harlem está situado al norte de Manhattan y su nombre hace homenaje a la misma ciudad de su antigua colonia Holanda (Haarlem).

Se encuentra delimitado entre las calles S 110th, el río Hudson y la calle 155th y colinda con su vecino, el barrio del El Bronx, sede del Yankee Stadium (famoso equipo de béisbol). Sus calles más importantes y animadas son la 116th, la 125th (ó Martin Luther King Blvd) y la 6ª Ave. (ó Lenox Ave).

Harlem cuenta con una población mayoritaria de afroamericanos y latinos. Ha sido protagonista de hechos históricos de gran relevancia  que forman parte de la historia más reciente de los EEUU, hablamos por ejemplo de los discursos míticos protagonizados por dos grandes luchadores: Martin Luther King o por Malcolm X.

Camino hacia el barrio pasas justo «por delante» de la Universidad de Columbia, fundada en el año 1754, considerada una de las instituciones académicas más antiguas de los EEUU y de mayor prestigio.

«Como curiosidad, allí se han graduado más alumnos ganadores del Premio Nobel que en ninguna otra universidad en el mundo. Algunos de sus alumnos son famosos como el presidente Barack Obama, Franklin Roosevelt, Alexander Hamilton, Warren Buffett, entre otros; o hablando en numerología se han graduado 9 jueces que han estado en la Corte Suprema, 20 muchi-millonarios e incluso actores (26) que han sido ganadores de los premios Oscars. ¿Interesante, no? 

Otro sitio histórico que te encuentras en tu camino es la casa Hamilton Grange. Es patrimonio de los EEUU ya se ha convertido en casa-museo, allí vivió uno de los fundadores de la nación americana, Alexander Hamilton. Ejerció como primer secretario del Tesoro, fue el creador del actual sistema financiero en los EEUU (al parecer es bueno porque sigue vigente) y uno de los alumnos «notables» de la Universidad de Columbia.

¿Qué ver en el barrio?

Llegamos por fin al corazón del barrio, donde te encuentras esos edificios con las escaleras de incendio en sus fachadas, innumerables iglesias cristianas, evangélicas, baptistas, etc; casas con estilo de la época colonial (entradas y accesos a pie de calle) y además los negocios, como se vive la vida en la ciudad, sus gentes.

Encontramos sitios que son emblemáticos (por ejemplo para mochileros) como es el conocido y famoso albergue YMCA…

En Harlem hay espacios excelentes de música negra americana. Cuando empezó a popularizarse este género lo curioso es que actuaban en esos locales «músicos de color» para un público exclusivamente blanco. Y ese fue punto de encuentro para múltiples artistas. Entre los más importantes sitios está el teatro Apollo (253 West 125th St.) con su particular «paseo de la fama» a artistas afroamericanos que han cantado y actuado allí, grandes voces como Duke Ellington, Ella Fitzgerald, Aretha Franklin, etc.  

Y …el otro lugar clásico de música es el Cotton Club, considerado el único local que permaneció abierto durante la ley seca de los años 1920 y donde desfilaron múltiples estrellas de la talla de Louis Armstrong, Billie Holiday ó Nat King Cole. Después de su cierre y derribo, se abrió otro local con el mismo nombre, trasladándolo a su ubicación actual, en la 125th St. 

En la zona de Harlem se pueden encontrar infinidad de iglesias donde se ofician las misas. Suelen empezar el oficio sobre las 10 ó 11 am, se hacen varios días a la semana y duran aproximadamente 2-2½ horas, aunque con el ambiente que se vive allí se pasan volando. Las iglesias más conocidas son Mother African Methodist Episcopal Zion Church (conocida como Mother Zion) ó la Abyssinian Baptist Church. 

Nuestra experiencia en la Misa Gospel

Ya estaba decidido, íbamos a vivir una de las experiencias más auténticas de Harlem, nos vamos a una Misa Gospel.  Dentro de nuestras previsiones iniciales de viaje no era la de asistir a una misa porque no solemos ir a la iglesia habitualmente y no teníamos mucho tiempo pero quizás movidos por la curiosidad y las historias de otros viajeros, decidimos «vivirla desde dentro». ¡Y vaya experiencia!

Gospel significa «evangelio» o «palabra de Dios» según la lengua de donde se traduzca. Surgió en las iglesias afroamericanas desde el siglo XVIII, no es casual que los esclavos africanos traídos a Norteamérica fueran quienes iniciaron este genero. A través de la música, los fieles es la manera que tienen de alabar a su Dios, darle las gracias; como «valor añadido» éstos le ponen sentimiento, emoción, alegría, fiesta, energía. 

Una vez comenzada la celebración, aquí puede pasar de todo.
Empiezan haciendo solos de canto entre varios cantantes,  el público local se pone de pie desde el principio (los turistas estamos haciendo fotos o no nos animamos todavía), la gente que empieza a dar palmas, a bailar, a animar el ambiente y poco a poco, esa música «casi celestial» para cantar y alabar al Señor, y que sube cada vez mas de tono, como si se fuera elevando al cielo.

Los momentos estrellas de la misa fueron, el primero, cuando el director del coro hizo un solo. Tenía una voz impresionante, potente y dulce a la vez, cálida, parecía un auténtico lamento africano, se nos pusieron los pelos como escarpias. Era puro sentimiento y emoción que te trasportaba más allá del infinito. A mi recordó a Stevie Wonder.

El otro momentazo fue cuando entró el coro Gospel al completo (vestidos de igual manera, habían chicas y chicos) y que con unas poderosas voces hacían retumbar la sala. Si en ese preciso momento alguien nos hubiera preguntado «que si amábamos a Jesús y seguíamos su causa» hubiéramos dicho que sí, sin apenas dudarlo.

Parte del coro y del público son personas que han sido rehabilitadas: chicos y chicas que lo perdieron todo en sus vidas, que terminaron en la calles, que fueron desahuciados, que perdieron la fe en su vidas… hay muchas historias detrás. El hecho de formar parte de este coro -o de la comunidad de la iglesia-  a ellos les ha devuelto a la vida. Aún ves a alguien dentro de la misa que parece que esta «medio zumbado», que exagera un poco, o que sus expresiones parecen algo místicas. Pero gracias a que están ahí.

Después de esta experiencia que para nosotros -se nos hizo corta- hubiéramos «firmado por esa iglesia» sin pensarlo, prometemos volver o implicarnos si nos fuera posible. Ese fue el efecto que tuvo en nosotros.

No hace falta saber idiomas para asistir -la misa se canta en inglés- pues el mensaje y el lenguaje de la música es universal y se entiende. Cuando nos hicimos con la realidad -una vez que salimos del la iglesia- compramos el CD del grupo, para dar nuestro pequeña aportación a la causa.

Cosas que no pudimos hacer

Otro clásico después de una misa Gospel … es irse a tomar después el famoso brunch.
El brunch es una palabra en inglés acortada de la mezcla entre breakfast -desayuno- y lunch -almuerzo- (lo que suele ser un desayuno tardío -o un almuerzo temprano-). Fue una experiencia que no podemos dar fe por falta de tiempo.

De los mejores sitios para hacer un brunch es el conocido Amy Ruth´s (113 W 116th St.), todo clásico en la zona por el tiempo que llevan y porque son especialistas en cocina sureña. Hay otro conocido Sylvia´s que se autodenomina «The Queen of Soulfood», abierto desde 1962 (328 Malcom X Blvd).
Nosotros también tomamos nota. 

© TU HOBBIE TU VIAJE
Un Cóctel de Viajes y Hobbies