Centro Habana es el municipio que colinda inmediatamente con el barrio de la Habana Vieja así que después de recorrer la parte más antigua e histórica de la ciudad (Mis sitios favoritos en Habana Vieja parte 1 / Parte 2) … seguimos nuestros pasos hacia una época más actual.
El municipio de Centro Habana es «vecina puerta con puerta» con la Habana Vieja. Encontramos aquí sitios interesantes, variados, e incluso únicos dentro de la ciudad, ya sea por su arquitectura variada (neoclasicismo, art decó, ecléctico), o su zona arbolada de las más bonitas de la ciudad (el antiguo y conocido Paseo del Prado) y que emula un poco por sus características a su «homónimo en Madrid».
Cuenta esta zona con muchos edificios históricos como son el Liceo de la Habana, el conocido Hotel Inglaterra, el Gran Teatro de la Habana (sede del Ballet Nacional de Cuba y antiguo Centro Gallego) o la zona comercial llamada Manzana de Gómez. Con cualquiera de éstos, ya merece la visita..
En esta zona de la ciudad descubrimos lugares que nos transportan a otras sitios como es el caso del Capitolio de la Habana (réplica «casi exacta» del conocido edificio emblemático de Washington), calles o bulevares peatonales comerciales, museos (Museo de la Música, Museo de Bellas Artes, Museo de la Revolución), la conocida y famosa fábrica de puros habanos o sorpresas como el barrio chino.
En los años 50, Centro Habana fue el centro económico, de negocios y compras de la ciudad, aquí se movía la gente, se encontraban los más modernos y lujosos centros comerciales como fueron La Época o Fin de Siglo, había mucha animación en sus calles (Galiano, Zulueta o Boulevard San Rafael). Con tal historia pasada, no espere encontrarse lo mismo 50 años después, de esa época gloriosa solo quedan algunos recuerdos o vestigios de esos días.
Sabiendo de antemano que tenemos mucho por recorrer, puede tomarse uno o dos días para verlo todo, proponemos empezar el recorrido por el mismo sitio por donde empezamos la visita a la Habana Vieja: desde el Castillo de San Salvador de la Punta. Desde aquí podemos empezar, ya sea por el Paseo del Prado (que ya no tiene ese nombre hoy en día), o por la zona donde está el Monumento a Máximo Gómez.
Si lo hacemos desde el Monumento Máximo Gómez, visitamos primero esta gran estatua ecuestre de uno de los héroes de Cuba: el general de origen dominicano Máximo Gómez. Es una plaza monumental, grandiosa, tal y cómo lo fue la vida este gran hombre de la Guerra de Independencia de Cuba.
Desde aquí tomamos por la Avenida de Bélgica dirección a la actual Embajada de España, y que fue el antiguo Palacio Velasco Sarrá perteneciente a una familia acaudalada de origen catalán, y cuyo estilo principal es el art noveau. ¡Cuantos cubanos no la han visitado durante los últimos tiempos!
«Por esta zona muy cerca está la Real Cárcel de La Habana, edificio donde el héroe nacional José Martí estuvo encarcelado.»
Siguiendo nuestros pasos podemos tomar un respiro y visitar el Museo de la Música. No se puede dejar Cuba, sin hacer algo muy básico y elemental en este país: conocer y entender su rica y auténtica música. En este museo es como un «paseo por la historia musical de este país» ya sea por las múltiples aportaciones musicales hasta por las muestras de instrumentos mecánicos, afrocubanos o folclóricos.
Después de este breve intermedio musical toca hacer una visita al pasado más reciente del país: el Museo de la Revolución y el Memorial Granma. El Museo es el antiguo Palacio Presidencial de la República de Cuba. Aquí residieron casi todos los presidentes de Cuba.
«Su entrada principal tiene dos símbolos de la historia del país, por un lado, parte de la muralla colonial (la conocida «Garita del Ángel») y uno de los cañones utilizados en la Invasión de Playa Girón, batalla que se libró contra los americanos en los años 60. ¿Que dos contrastes tan diferentes, no?»
Fuera del Museo y guardado como «oro en paño» entre cristales, se encuentra otro famoso: el yate Granma, aquel en el que vinieron Fidel y sus compañeros desde México para iniciar la lucha armada en Cuba y llevarlos finalmente al triunfo de la Revolución. Para cerrar este «ciclo de referencias revolucionarias» sólo le faltaría hacer una visita a la Plaza de la Revolución y su memorial a José Martí, situada en el municipio del Vedado.
Después de este «baño revolucionario» salimos al exterior a coger un poco el aire… Si tiene interés por la pintura y arte de Cuba, muy cerca tiene el excelente Museo Nacional de Bellas Artes, con una amplia colección de arte cubano desde tiempos coloniales, artistas nacionales y extranjeros que vivieron en la isla y se consolidaron con grandes obras pictóricas sobretodo costumbristas, artistas como Armando Menocal o Leopoldo Romañach son buena muestra de ello.
«Encuentra aquí a grandes maestros cubanos, ejemplo de las vanguardias en Cuba, autores de la talla de Amelia Peláez, Víctor Manuel, Carlos Enríquez, Mario Carreño Morales, René Portocarrero o Wifredo Lam no dejaron a nadie indiferente.»
«Después del triunfo de la Revolución encontramos una importante generación del arte contemporáneo, artistas como Servando Cabrera, Manuel Mendive, Roberto Fabelo, Tomás Sánchez, Nelson Domínguez, Zaida del Río, forman parte de esta hornada de grandes maestros.»
Tomamos un respiro después de tanto «arte y del bueno» así que tenemos ahora dos opciones: o tomar un refrigerio en unos de dos sitios históricos cercanos, el hotel Sevilla , o el hotel Plaza. Ambos muy cerca uno del otro, y que han sido recientemente restaurados.
«El Hotel Sevilla cuenta con múltiples anécdotas históricas entre ellas, que el tenor Enrique Caruso tuvo un percance mientras actuaba en un teatro cercano y se refugio en su hotel con las mismas «ropas y maquillaje» con los que actuaba. Por su parte, la cantante americana Josephine Baker fue rechazada en ser alojada en el Hotel Nacional (por su color de piel) y sin embargo, aquí fue declarada «Huésped Ilustre».
Otros famosos alojados en este hotel fueron las cantantes Libertad Lamarque, Lola Flores, la actriz Gloria Swanson, el mafioso Al Capone… entre otros.
Con tantas historias y curiosidades, Ud. encuentra aquí un espacio ideal para tomarse algo (el llamado «Roof Garden») y disfrutar de unas vistas espectaculares de la ciudad.
En el Hotel Plaza, que fue una antigua redacción de un periódico local, es el sitio donde se alojó el mismísimo Albert Einstein, o estrellas del béisbol americano como el famoso jugador de los Yankees, Babe Ruth, la bailarina Isadora Duncan, entre otros. Impresiona al visitante la entrada al lobby con su patio cubierto de grandes vitrales a manera de tragaluz natural.»
Desde el hotel Plaza se divisa una de los edificios más bonitos y únicos de la ciudad, el famoso y conocido edificio Bacardí, una joya del Art Decó. En su época, fue el edificio más alto de la ciudad y alojó las oficinas centrales de la conocida compañía cubana de ron: el Bacardí.
«En su parte más alta se divisaba el famoso murciélago negro, conocido logo de la compañía, e imagen que hoy en día ya no está físicamente.»
Toca comprar «algo como recuerdo» o «guarecerse en la sombra» así que nos encontramos con la conocida Manzana de Gómez, considerada el primer complejo de Centro Comercial en La Habana. La Habana en este sentido fue incluso hasta pionera. Su nombre se debe al apellido de su propietario y se pueden encontrar dentro del complejo, oficinas, comercios y centros de enseñanza.
«Cercano a la Manzana de Gómez hay un sitio imprescindible: un lugar de culto, el Restaurante Floridita, la cuna del Daiquirí. Este famoso cóctel hecho a base de ron, fue inmortalizado por el gran escritor Hemingway, célebre personaje que allá por donde pasaba dejaba huella. El restaurante rinde su particular homenaje, con una estatua al final de la barra que lo recuerda y múltiples fotos.»
Continuará –> Mis sitios favoritos en Centro Habana – parte 2
Un Cóctel de Viajes y Hobbies
Pingback: Trilogía sucia de la Habana | Libros | Inspiración viajera