Es muy importante cuidar nuestros pies durante nuestros viajes con el fin de que no se pueda arruinar nuestras vacaciones con pesadas molestias o dolores que impidan seguir con nuestra planificación. Los pies son parte fundamental de nuestro cuerpo, soporte y sostén del mismo y muchas veces los sometemos a esfuerzos de todo tipo que pueden provocar entre otras molestas ampollas, incómodas durezas o callos, fatigas musculares.
Soportan silenciosamente «todo tipo adversidades» y deberíamos hacer algo para prevenir o minimizar estos efectos indeseables. Es frecuente que los hagamos sufrir debido a los efectos de una climatología adversa (calor o frío), por realizar largas y duras caminatas, hacer torsiones o falsos movimientos. Al final de la jornada debemos tratarlos o cuidarlos mucho más, sobretodo por prevención. Estas acciones diarias que podemos hacer para mimar nuestros pies son sencillas, básicas y fáciles de incorporar a tu vida diaria.
Higiene del pie
- Tener siempre los pies limpios, cuidados, aseados, libre de hongos, infecciones o exceso de sudor. Se debe limpiar con frecuencia, dejarlos muy secos y en las mejores condiciones.
- Si hay olores puedes usar talcos o desodorantes específicos.
- Si están muy resecos puedes utilizar cremas hidratantes
- Mantener las uñas bien cortadas y limpias para evitar molestias futuras con el calzado.
Tipos de Calzado
- Si vas a caminar mucho puedes cambiar de calzado en «días alternos» para no tengas cada día la misma pisada. Este sistema es sencillo y no falla, cuenta con los «dos pares» de calzados más confortables que tengas.
- No estrenar calzados nuevos en los viajes, expediciones o largas caminatas, puedes terminar el día con rozaduras y todo tipo de problemas. Domarlos días antes en casa para que el zapato vaya adaptándose a ti y no al revés.
- Usa preferiblemente calzados transpirables, hechos de tejidos cómodos, buena calidad y que sean flexibles.
- Busca zapatos que tengan una suela ancha que aleje un poco el pie del nivel del suelo. Hay que evitar zapatos «tipo manoletinas o chanclas de playa» en destinos como escapadas urbanas o campestres, tampoco abusar de los zapatos de tacones. Es de sentido común, cada calzado es apropiado para su uso y destino determinados.
- Elige buenos calcetines -preferibles de algodón- que sean apropiados para tu calzado y no te hagan sudar tanto.
Cuidados del pie
- Debes acostumbrarte a darte masajes en los pies al final del día, es el mejor remedio contra la fatiga del pie.
- Para fortalecerlos, evitar lesiones futuras y mejorar la salud de tu pie cansado puedes hacer una rutina de ejercicios diarios como son estiramientos, rotaciones, movimiento de los dedos, andar en puntillas, etc.
- Para estimular la circulación puedes utilizar barreños de agua y sal (caliente o fría según el caso).
- Si lo necesitas, visita con regularidad a un podólogo porque hay cosas que mejor dejárselo que lo haga un especialista.
Por último, ten especial cuidado en sitios de difícil acceso o con terreno irregular como son pantanos, ríos, piscinas o donde pudieras sufrir algún percance. Así evitas accidentes, cortes, rasguños, golpes con piedras en el fondo del agua, tropiezos con objetos indeseables, etc.
Mira siempre por donde caminas y intenta planificar tu ruta y como dosificar tu ritmo y el de tus pies para resistir largas caminatas, pisar superficies rugosas o irregulares, permanecer mucho tiempo «en pie». En todo momento estarás exponiendo a tus pies a un «extra» de sufrimiento y esfuerzo, así que luego para compensar al final de la jornada tendrás que darles muchos mimos.
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Buenísimas recomendaciones!
Muchas gracias.
Muchas las he seguido y me ha ido muy bien.