La fiesta mayor en Sevilla, la Feria de Abril, es una festividad se celebra cada año por estas fechas y que coincide este año del 6-11 Mayo de 2014. En este ambiente alegre se respira y vive el «más puro espíritu andaluz».
En sus orígenes tenía un carácter puramente comercial, era una fiesta agrícola y ganadera, no había nada de fiesta como se ha convertido en nuestros días. Se realizaban tratos comerciales, competiciones de reses o toros, carreras de caballos, se comerciaba con otros productos de la tierra como son vinos, aguardientes. Había puestos de comida para expositores y visitantes y se celebraban los famosos encierros taurinos. Lo que comenzó como algo meramente profesional, se convirtió con los años en algo completamente lúdico.
Al principio se instalaron solo unas cuantas casetas, apenas llegaban a 20 y con el paso de los años fueron creciendo en número y fue evolucionando la forma de celebrar la fiesta. Estas «originales casetas» eran espacios para cerrar los negocios, refugiarse del sol durante estas jornadas. En 1849 el Ayuntamiento de Sevilla instala la primera caseta oficial para la vigilancia del buen desenvolvimiento de la Feria, lo gracioso de este hecho es que dentro de «esta caseta» se vivía un ambiente mucho más festivo de lo que estaba previsto. Y poco a poco fue convirtiéndose lo que es hoy en día.
Actualmente las casetas han mejorado mucho, se han modernizado. Unas son «espacios públicos del ayuntamiento» y otras, espacios privados (que han hecho aumentar considerablemente el espacio físico de la feria). El visitante que no tenga opción de entrar a una caseta privada puede recorrer las instaladas por los distritos municipales.

Imagen de Sevilla
Grupos de amigos, peñas, etc se reúnen cada año para compartir casetas, para bailar sevillanas, tomar los famosos «finos de Jérez», las «manzanillas de Sanlúcar de Barrameda» o los famosos «rebujitos», mezcla de manzanilla con refresco gaseoso de limón o Casera y hielo. El objetivo es pasarlo bien, disfrutar de unos días de fiesta y hacer otro tipo de actividades.
El inicio de la feria es el conocido como el alumbrao, la entrada oficial a la feria se realiza desde un gran pórtico o acceso en forma de puerta gigante que se llama «Portada». El alumbrao es precisamente el momento del encendido de la Portada y de las calles y casetas dentro del recinto ferial. Cada año, el diseño de la «Portada» se inspira en edificios de la ciudad, y van variando sus diseños.
Uno de los momentos más bonitos de cada día es el paseo de los caballos -carruajes y enganches-, quiénes recorren la feria todos los visitantes que acuden a la misma, el horario del paseo va desde las 12 a las 20 horas. Nombres de carruajes tales como Milord, Tilbury, Faetón o de enganches como Limonera, Cuarta o Media Potencia nos sonarán durante esos días que circulan por las calles del Real, llevando a sus ilustres pasajeros.
La feria se ha convertido en una auténtica pasarela de la moda para que los andaluces y visitantes se vistan de gala. Las mujeres, vestidas de «flamencas» con sus trajes entallados llenos de volantes y vivos colores que pueden costarle desde pocos euros a verdaderas cifras astronómicas con «diseños de la alta costura». Hay que contar con los abalorios como flores en la cabeza, tocados, pendientes o mantones.
En cuanto a la gastronomía que se degusta en la feria, se pueden probar «sus platos estrellas» como son los famosos boquerones, pescaditos fritos, cazón en adobo, choco (sepia), entremeses, jamón ibérico, queso, langostinos y gambas. Hay casetas que elaboran productos típicos de la zona andaluza tales como son salmorejos, calderetas, mariscos, garbanzos con bacalao. Para terminar un largo día es típico pasar por las «buñolerías», aquí se degustan los clásicos churros con chocolate.
Otras de las actividades es la feria de atracciones para grandes y pequeños en la Calle del Infierno. Atracciones como la noria, montaña rusa, coches de choque, entre otros son otras de las emociones que permiten pasar un agradable día de feria.
El final de la feria termina con un espectáculo de luz y color, con fuegos artificiales como colofón ideal de cualquier fiesta inolvidable. Queda pues una cita para el próximo año, después de unos días tan intensos.
Sobre la ciudad de Sevilla:
Sevilla ofrece a sus visitantes múltiples opciones culturales, históricas, de ocio, es una ciudad abierta, hospitalaria, y lo mejor que tiene es su gente, se respira alegría, desparpajo a raudales y mucho arte … así que si vas a visitarla cuando se celebra la feria, aún más.
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